Internacional. Las energías renovables y el gas natural son los grandes ganadores en la carrera para satisfacer la demanda de energía para el año 2040. La información fue divulgada en World Energy Outlook, la publicación de la Agencia Internacional de Energía.
Según la AIE, el análisis detallado de los compromisos con el Acuerdo de París muestra que la era de los combustibles fósiles está lejos de terminar, lo que pide desafíos más audaces para alcanzar el objetivo.
A pesar de ello, las políticas del gobierno, así como la reducción de costes en todo el sector de la energía, permiten una duplicación de las energías renovables y la mejora de la eficiencia energética en los próximos 25 años. El gas natural sigue ampliando su papel, mientras que las reservas de carbón y aceite van de retirada. De acuerdo con Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, no hay una historia única sobre el futuro de la energía mundial. En la práctica, dijo, las políticas del gobierno determinarán a dónde vamos a ir.
La publicación dice que la transformación de la matriz energética global significa que los riesgos para la seguridad energética también evolucionan. Preocupaciones tradicionales sobre el suministro de petróleo y gas continúan y son reforzados por la disminución de los niveles de inversión. El informe muestra que un año más de inversión de petróleo crearía un riesgo significativo de insuficiencia de la nueva oferta convencional dentro de unos años. El mercado del gas también está cambiando, con la participación de GNL superando la tubería y creciendo para más de la mitad del comercio mundial de gas de larga distancia.
Greenpeace critica algunos puntos del informe producido por la AIE, señalando que los extremos del clima y las sequías son cada vez más comunes, lo que motiva a los gobiernos a suspender todos los nuevos proyectos de combustibles fósiles y de manera urgente cambiar la inversión para la energía eólica y energía solar eficiente. Para Harri Lammi, activista de Greenpeace Asia Oriental, la AIE debe centrarse en la aceleración de las tecnologías más eficientes, como la solar fotovoltaica y eólica, y salir de la ecuación en la que se hacen necesarias inversiones en carbón y gas natural intensivos en agua, captura y almacenamiento de carbono y de energía nuclear.
Fuente: CanalEnergia.