México. Con el auge de la inteligencia artificial (IA), el aprendizaje automático (ML) y la computación de alto rendimiento (HPC), la infraestructura tecnológica global enfrenta un nuevo reto: disipar el calor generado por aplicaciones cada vez más exigentes.
En respuesta, la refrigeración líquida emerge como una alternativa clave para centros de datos de alta densidad, especialmente en regiones como América Latina, donde el costo de la energía es un factor crítico.
El lanzamiento de nuevos procesadores de alto rendimiento en 2024 ha acelerado la necesidad de soluciones térmicas más eficientes. Las unidades de procesamiento gráfico (GPU), esenciales para impulsar estas tecnologías, elevan la densidad de potencia en los racks y exigen sistemas de enfriamiento que reduzcan el consumo energético y garanticen la estabilidad operativa.
“La climatización representa hasta el 40 % del consumo total de energía en un centro de datos. Por eso, optimizar estos sistemas no es solo una cuestión técnica, sino estratégica”, afirmó Juan Carlos Londoño, director de preventa en Ingenium, firma especializada en diseño y operación de centros de datos. Según Londoño, la refrigeración líquida no solo permite operar a temperaturas más altas, sino que ayuda a reducir costos operativos y avanzar hacia objetivos de sostenibilidad.
Tres estrategias clave de refrigeración líquida
De acuerdo con proyecciones de Dell’Oro Group, el mercado global de tecnologías de refrigeración líquida para centros de datos superará los 4,800 millones de dólares entre 2024 y 2028. Las tres tecnologías principales se están consolidando como opciones viables según la configuración y necesidades de cada instalación:
- Refrigeración líquida directa al chip (direct-to-chip): Transfiere el calor directamente desde CPU y GPU al sistema de refrigeración líquida, mejorando la eficiencia energética. "Este enfoque permite aprovechar el free cooling o enfriamiento gratuito, al operar con temperaturas más altas del agua”, explicó Fabio Olivetti, gerente de soluciones de Vertiv LATAM
- Inmersión líquida: Los servidores se sumergen en un fluido dieléctrico que disipa el calor de forma directa. Es ideal para instalaciones pequeñas o ubicadas en espacios no tradicionales, donde la eficiencia y la reducción del espacio físico son claves.
- Intercambiadores de calor en puerta trasera: Una opción rápida de implementar en centros de datos con infraestructura existente de agua helada. Reemplazan la puerta del rack por un sistema que transfiere el calor al agua circulante, optimizando recursos sin necesidad de rediseñar todo el sistema.
Ahorro energético y oportunidades de sostenibilidad
Las condiciones climáticas también juegan un papel a favor de la refrigeración líquida. En muchas regiones de América Latina, los centros de datos pueden aprovechar el clima para operar en modo de free cooling durante hasta el 75 % del año, lo que reduce significativamente el uso de energía eléctrica para climatización.
Además, en despliegues greenfield (nuevas instalaciones), la adopción de sistemas de refrigeración líquida permite una integración más fluida y escalable. En proyectos brownfield (infraestructura existente), la colaboración con expertos y fabricantes como Ingenium y Vertiv se vuelve esencial para encontrar soluciones adaptadas a los objetivos operativos y medioambientales de cada empresa.