Esta es una breve introducción al contenido de mi próximo libro denominado: “Gestión tecnológica del mantenimiento para los sistemas de climatización”.
Por Ing. Camilo Botero*
Continuando con la columna sobre el mantenimiento en nuestro gremio, iniciado en la edición anterior de ACR Latinoamérica, estoy terminando la edición de mi libro: “Gestión tecnológica del mantenimiento, para los sistemas de climatización”, el cual incluye los siguientes capítulos:
1 Qué es mantenimiento
2 Organización del departamento de mantenimiento
3 Costos en el departamento de mantenimiento
4 Programación
5 Mantenimiento preventivo
6 Mantenimiento preventivo por sistema L.E.M.
7 Manual de mantenimiento preventivo
8 Control del mantenimiento preventivo
9 Índices de medición del mantenimiento
10 Planificación, programación y control de proyectos
11 Reparaciones mayores
12 Almacén de mantenimiento
Al ir escribiendo la nueva edición del libro orientada hacia el mantenimiento en la climatización, he podido apreciar cómo ha variado la forma en la cual hacíamos el mantenimiento en los años 80’s y como se hace hoy en día en nuestros sistemas y equipos para la climatización.
Para iniciar las comparaciones (que casi siempre son odiosas, pero no en este caso), en aquella época casi no había electrónica en los equipos, en tanto que hoy es una de las partes más importantes de la operación y mantenimiento de los equipos y fundamental para lograr los ahorros de energía, minimizar el costo de operación y mitigar el cambio climático.
Otro punto en el cual he notado un cambio sustancial es en el campo de la lubricación; en aquel entonces había lubricación en cada turno de operación y se andaba con la aceitera y la grasera todo el día aplicando la lubricación donde se requería, en tanto que ahora, prácticamente todos los rodamientos vienen auto lubricados y sellados, requiriendo una mínima lubricación.
Se debe enfatizar sobre la necesidad del mantenimiento, pero es indudable que esto solo no basta, sino que es necesario acompañarla de una gestión tecnológica de excelencia, y esto se va explicando cómo hacerlo de una manera lógica, a través de los diferentes capítulos, los elementos que permiten no solo proponerlo y programarlo sino también determinar sus costos, organizar los almacenes y emplear el computador como herramienta del mantenimiento, todo basado en el Estándar 202 de ASHRAE, en su fase de O&M, que define cómo lograr el aseguramiento de la calidad de los proyectos en toda su vida útil.
La deficiente capacitación en la gestión tecnológica del personal que labora en el mantenimiento de los sistemas de climatización hace que este grupo fundamental para su buen funcionamiento, con frecuencia no cumpla en forma adecuada los objetivos definidos en cuanto cumplimiento de parámetros y confiabilidad, sin lograr la satisfacción total del usuario. El mantenimiento es una actividad intensiva en mano de obra, técnica y administrativamente con competencias, bien definidas, por lo tanto, su idoneidad en este campo debe asegurarse.
Enfatizo que la labor el mantenimiento es intensiva en mano de obra competente, por la cual la capacitación permanente del personal que lo ejecuta debe ser permanente, ya que las tecnologías cambian de manera frecuente en los equipos, sobre todo en la parte de control y operación, principalmente por la electrónica. El personal de mantenimiento debe tener una gran vocación de servicio, abnegación y gran estoicismo (Decía Don Guillermo Carvajal: “Con aptitud con p y actitud con c, enfatizando su idoneidad y compromiso, con su función de mantener”.).
He notado, y mis colegas contemporáneos lo pueden corroborar, que la calidad estructural de los equipos ha disminuido considerablemente, pues continuamente se están dañando por fallas mecánicas que en el siglo pasado no ocurrían. Esto incrementa el mantenimiento correctivo no programado.
En este caso es muy importante conocer las garantías que el fabricante ha dado para su equipo y si está vigente o no. También los industrias, instituciones y comercios, acostumbran a tener seguros de rotura de maquinaria, en los cuales hay que incluir a los equipos de climatización.
Otro punto muy importante para la buena ejecución de los programas de mantenimiento es tener un archivo técnico de todos los equipos, el manual de cada proyecto, así como el manual de cada equipo, con las tarjetas de los mismos en donde se tienen claramente escritas todas sus características de Operación y Mantenimiento (O&M), así como todas las notas de actividades L.E.M. Esta es una tarea que consume muchísimo tiempo, sin la cual no se puede hacer un buen mantenimiento.
Muy importante también es poder evaluar de una manera cuantificable el desempeño del departamento de mantenimiento; este libro expone una técnica excelente para ello, que además es muy valiosa para programar mejoramientos de desempeño y confiabilidad, que requiere sistematizar una gran cantidad de datos y acomodarlos en gráficos para su cuantificación e impacto en la calidad del mantenimiento.
Se aborda de una manera basada en modelos matemáticos simples, el manejo de los repuestos, bien sea de adquisición local, importación, reparación o fabricación, por dificultad o costo de adquisición. Además, se detalla la programación P.E.R.T o CPM, que se desarrolló en los 50s del siglo pasado y se utilizó en programas aeroespaciales y militares en USA. Yo la utilicé con excelentes resultados para los montajes de plantas de maquinaria de artes gráficas (10 en total a mi cargo) y para las reparaciones mayores y overhaults, en donde dejábamos las máquinas mejor que nuevas, pues se hacía incorporación de nuevas tecnologías, por el 30% del costo de importación de una nueva.
Igualmente usé este tipo de programación en la fabricación de maquinaria de artes gráficas en la División Metalmecánica de Carvajal S.A., de la cual fui su Gerente. Obviamente hoy en día existen excelentes softwares de programación de proyectos y cada quien utiliza en que más le conviene.
Agradecería a los apreciables lectores sus comentarios, respecto al enfoque y contenido del libro “Gestión tecnológica del mantenimiento para los sistemas de climatización”, para mejorarlo en la próxima edición.
* El editor de esta prestigiosa revista ACR, Duván Chaverra, me ofreció muy gentilmente hacer la divulgación del libro.