Internacional. El Aeropuerto de Oslo ha sido catalogado como el más verde y ecológico del mundo, luego de la apertura de su nueva terminal el pasado mes de abril.
Este nuevo edificio aumentó la capacidad en pasajeros a 32 millones por año y se ha convertido en el primero en recibir el sello de “Excelente” en la clasificación BREEAM, un sello similar al LEED que también evelaúa a los edificios sostenibles, pero que se utiliza con mayor frecuencia en Europa.
“En el Aeropuerto de Oslo, el foco está en los materiales ecológicos, las soluciones energéticas innovadoras y la gestión de desechos”, dice Henriette Berg, gerente de proyecto del WSP en Noruega, una de las organizaciones involucradas en el proceso de certificación.
El sistema de refrigeración basado en nieve se explica como uno de sus mayores atractivos. En la época de verano utilizan el deshielo para enfriar el edificio, recogido durante la temporada de invierno, almacenado en depósito y aislado con aserrín. Con el deshielo enfrian el edificio y reducen el consumo de energía durante las horas pico. Durante el invierno, el aeropuerto usa energía térmica para calefacción.
La nota explica que los arquitectos se basaron en un enfoque holístico para minimizar la huella de carbono. No solo las paredes y ventanas maximizan el uso de la luz del día –un desafío gigante en el invierno escandinavo–, sino que materiales naturales de origen local como piedra y madera de bosques sostenibles son usados de manera generosa en todo el edificio.