Internacional. La Asociación de Empresas de Frío y sus Tecnologías (Aefyt), de España, dio a conocer una serie de estudios para la correcta identificación de gases refrigerantes falsificados.
Por una parte, un estudio de la OECD –Organisation for Economic Co.operation and Development– y de la Oficina Europea de la Propiedad Intelectual ha realizado un mapa de la falsificación en el que estudia las rutas que siguen los diferentes productos falsificados y el ecosistema económico que se crea tras ellos.
Por otra, la agencia de noticias de las Naciones Unidas publicó un artículo en el que se recuerda que los refrigerantes falsificados no se fabrican según las mismas especificaciones que los productos de marca original, por lo que pueden contaminarse, diluirse o incluso contener sustancias completamente distintas a las que se especifican.
A diferencia de un gas adquirido por vías legales, no hay ninguna garantía de que el falsificado y adquirido en el mercado negro cumpla con los estándares establecidos por el Instituto de Aire Acondicionado, Calefacción y Refrigeración (AHRI), que describen la pureza y composición de los refrigerantes. Un fluido que no cumple con las especificaciones originales puede tener un impacto negativo en el funcionamiento del equipo, además de resultar peligroso para la salud, la seguridad y el medioambiente.
El inconveniente más común en el uso de gases falsificados es una disminución en el rendimiento del sistema debido a que el gas no es compatible o a que tiene características diferentes de las esperadas. Además, pueden causar problemas como un mayor consumo de energía y reducir la vida útil de equipo. La mejor manera de protegerse contra el tráfico de líquidos falsificados es acudir a canales de compra y proveedores seguros y probados y extremar las precauciones en Internet, el canal preferido por los falsificadores para vender sus productos.
Sin embargo, el problema más grave que puede presentar el uso de refrigerantes falsificados se refiere a la seguridad. Muchos de ellos pueden contener un compuesto inflamable, el cloruro de metilo, que reacciona con el aluminio y genera compuestos reactivos y tóxicos al contacto con el aire, provocando a menudo incendios y explosiones.
Fuente: Aefyt.