“El trabajo para mí no es un trabajo, es una pasión, es un Hobby y me encanta la gente con quien comparto, compañeros internos y clientes. Tengo muy buenos amigos en toda la industria”.
Por Iris Montoya
Ramón José Junco de la Fuente, actual vicepresidente en Oldach Trading LLC, es un hombre reservado con su vida personal y apasionado por su trabajo, un ingeniero experto en climatización que sigue trabajando, a pesar de ya haber cumplido la edad para retirarse, pues desborda en energía y siente que aún tiene mucho por darle a esta industria.
Puertorriqueño de nacimiento, creció en San Juan de Puerto Rico, donde pasó la infancia con su hermano y una hermana. De pequeño estudió en un colegio privado, pero sus últimos cuatro años los pasó en colegio privado interno de monjes benedictinos, encima de la diferencia de la jornada de estudio allí la enseñanza era principalmente en el idioma inglés.
De esa época Ramón destaca que disfrutó su cercanía con las actividades físicas, asegura que es fanático de todos los deportes, pero aclara que “en aquella época jugaba fútbol americano, baloncesto y también practicaba atletismo, en carreras de larga distancia”.
En su ingreso a la universidad no dudó en inscribirse para ingeniería mecánica, pues desde antes de pensar en la educación superior tenía claro su gusto por las ciencias térmicas. Este experto comentó que mientras estudiaba su carrera vio las materias de transferencia de calor y luego, de manera voluntaria, tomó la materia de aire acondicionado. Este es un claro indicio de la industria por la cual se decantaría.
Paso a la vida laboral
“Comencé a trabajar en el último año de carrera, pues finalizando los estudios fueron diversas empresas a hacer entrevistas a los candidatos a graduación, fui a varias y una compañía americana me contrató. Dicha empresa se llamaba Dupont y da la casualidad que estaba haciendo una planta muy grande en Puerto Rico para fabricar pinturas, a mí me contrataron para trabajar en la construcción de ese espacio.
Por casualidad cuando entré a trabajar con ellos me asignaron a la división que estaba construyendo la planta central de agua helada. Fíjate ¡qué cosa! – Comenta Ramón con felicidad- . Ahí conocí personas de Carrier porque el equipo que se había comprado era de esa marca. Estoy hablando de algo que sucedió en 1974. Trabajando allí surgió una entrevista con el distribuidor de Carrier en Puerto Rico, de la cual me ofrecieron empleo. Yo apenas tenía seis meses de haberme graduado, así que no lo pensé, me tiré de una vez, me fui a trabajar con ellos”.
De esta experiencia el ingeniero comenta que aprendió mucho del director general de la empresa, “un maestro increíble, una persona capacitada y un gran ser humano”. Estuvo trabajando con ellos, e incluso lo enviaron a un curso para ingenieros de cinco meses. Posteriormente, volvió a Puerto Rico y trabajó en esta compañía hasta los 80’s.
Posteriormente, Ramón tuvo la oportunidad de trabajar una década con Trane en Puerto Rico y, para cuando llegaron los 90’s obtuvo un rol de gerente general en Sumitomo Corporation, una empresa japonesa que distribuía equipos de Daikin para la región.
Un detalle importante es que para aquel momento Daikin no tenía el abanico de productos que tiene hoy en día, por lo que fue difícil entrar en el mercado y la operación sólo duró tres años. Así que, en vista de la situación y que tenía experiencia, el ingeniero se fue a trabajar a una firma de consultoría en Puerto Rico.
Para su sorpresa, al poco tiempo lo volvieron a llamar de Trane para darle una plaza y ubicarlo en Miami, desde donde le pidieron manejar la operación en Centroamérica, el Caribe y Colombia. Estuvo con esta empresa desde 1994 hasta el 2015, momento en el cual se jubiló y se fue para su casa.
¿Despedirse de la industria? Aún no
Ramón comentó que aunque ya estaba descansando del trabajo, el campo del aire acondicionado y la oportunidad de haber conocido diferentes países y culturas le dio el beneficio de conocer excelentes personas fuera del ámbito laboral.
“Siempre anhelé poder disfrutar con ellos más tiempo y entonces, estando retirado, me llaman los dueños de Oldach, Giancarlo Brito y Félix Campos, ingenieros que eran amigos míos desde los años 80's, incluso antes de que fueran los dueños de esa empresa. Me hablaron para decirme que querían abrir una operación y promover productos en Centroamérica y Colombia. Me preguntaron si yo estaba interesado en unirme al grupo ¡obviamente!”.
El ingeniero concluyó de esa pregunta de forma muy jocosa “Eso fue como que le pregunten al muerto si quiere misa”. Para él era la oportunidad perfecta, cumplía con sus requisitos para volver a la vida laboral. Ramón resalta que el equipo de Oldach cuenta con calidad humana y profesional.
“Me interesó mucho la oportunidad de integrarme nuevamente al gremio y poder seguir haciendo lo que había hecho por tanto tiempo y estar activo en estos mercados nuevamente. Así que me puse la camiseta a principios del 2016 y comencé a trabajar con ellos hasta el día de hoy”.
Leyendo su historia es fácil entender por qué Ramón Junco tiene un gran reconocimiento en la industria HVAC, pues ha sido testigo del crecimiento de la misma de mano de marcas reconocidas y en rol de consultoría.
Análisis de la industria HVAC
Ramón, que representa el conocimiento y la experiencia de la industria HVAC, explicó qué camino ha tomado esta en los últimos 15 años. Para el ingeniero ha habido un desarrollo importante, del cual destaca el crecimiento en los sistemas de refrigerante variable, aunque apunta a que estos aún presentan limitantes.
Por otro lado, indicó que “el agua fría se sigue utilizando, donde el desarrollo de estos sistemas ha sido dramático en el área de la eficiencia, específicamente de los de los enfriadores de los Chillers. Además, ha habido un desarrollo importante de manejadoras de aire modulares de doble pared, encargadas de promover la sanidad, por lo que tienen un gran uso en las áreas estériles, espacios de producción críticos para la industria farmacéutica”.
A esto agregó que, en el desarrollo de la climatización, es importante analizar el rubro del área residencial, pues del aire acondicionado que se comercializa en el mundo, el 55% está compuesto por los sistemas minisplit.
“Este es un producto en crecimiento que se ha estilizado muchísimo, se ha transformado para aumentar su atractivo arquitectónico, eficiencia energética y, en adición, sus costos han bajado considerablemente. Entonces, los minisplit son más accesibles al consumidor promedio o de ‘clase media’, por eso se vende tanto, y América Latina no es una excepción, estos dispositivos tienen un excelente mercado en Centroamérica, el Caribe y Puerto Rico”.
El experto considera que la pandemia impulsó mucho más la adopción de esta solución de climatización en los hogares, especialmente en las zonas costeras, pues al estar tanto tiempo confinados en sus hogares las personas empezaron a verlos como algo más necesario para superar las altas temperaturas. “Yo pienso que ya este sistema de confort no es un lujo, es una necesidad. Todos aquellos que pudieron trabajar desde sus hogares necesitaban un ambiente más cómodo, más adecuado, por eso quien no tenía un minisplit salió a la calle a comprarlo”.
Retos profesionales y metas a cumplir con Oldach
Cuenta Ramón, frente a los retos que plantea su futuro laboral, que siempre le ha preocupado que los mercados sigan creciendo y que como marca continúen siendo resilientes, de manera tal que haya oportunidad de crecimiento. E hizo hincapié en esto, porque si bien de momento no hay ningún fabricante americano que manufacture minisplits, antes bien, venden los que son elaborados por en Asia, es algo que podría cambiar.
Ahora bien, frente a los sistemas de agua helada, el ingeniero comenta que el mayor desafío es “que la gente nos dé la oportunidad y se convenza de que lo que promocionamos es un producto asiático confiable. Cuando empezamos a promover los productos aplicados nos decían ‘ese es un producto es chino y no es de buena calidad, a lo mejor no es duradero ¿qué certificaciones?’, la realidad es que sí tenemos la misma certificaciones que tienen los fabricantes americanos”.
En este sentido el vicepresidente de Oldach comentó que en el mercado hay una realidad indiscutible y es que “los productos asiáticos son más competitivos en precios que los ensamblados en Estados Unidos, porque la mano de obra en Asia es más económica que la americana”. De ahí que la empresa para la cual trabaja tenga una ventaja en costos para el usuario final. Asimismo, en este escenario pasó que muchos fabricantes americanos llevaron su proceso de producción a China para poder competir en el mercado, entonces se derrumbó el argumento de la diferencia de la calidad o las desventajas de la procedencia.
Finalmente, Ramón apuntó que le parece relevante que “el usuario final reciba una asesoría de la manera más transparente posible, donde no tengan peso las preferencias del consultor”, para que se pueda escoger el mejor sistema, sea de manufactura asiática o americana.
Futuro de la industria
“Pienso que la industria va a seguir creciendo. En la medida de que en nuestro hemisferio, especialmente en lo que es Centroamérica y el Caribe, así como parte de Suramérica, haya estabilidad política, eso va a promover el interés de los inversionistas a participar en proyectos residenciales, comerciales e industriales, todos estos espacios en que necesitan climatización”.
También destacó que debido a que muchos otros proyectos ya cumplieron su ciclo de vida y necesitan cambios en sus equipos, los encargados de la operación buscarán soluciones más eficientes y dispositivos que estén adecuados a las normas actuales de calidad del aire. “Así que tenemos un desarrollo tanto en proyectos nuevos como en proyectos existentes, con reposición de equipo por sistemas más eficientes. Además de cambios en los espacios que no hubieran recibido un buen programa de mantenimiento preventivo”.
Lado personal del reconocido profesional
Para concluir, es importante resaltar el lado personal de la vida de Ramón, que aunque siendo un hombre reservado deja ver el gran amor que le tiene a su familia, conformada por su esposa, hija y nietos. El ingeniero compartió que la pandemia los acercó más.
“Estuve dos años y pico sin viajar por primera vez 25 años. Mi hija vivía en Nueva York con su familia y la pandemia la acercó a nuestra área a Miami. Es decir, eso me dio la oportunidad de compartir más con ella y mis dos nietos (una niña y un niño). Esa cercanía me dio la oportunidad de verlos crecer, lo cual es algo maravilloso, verdaderamente una experiencia única que ha llenado nuestras vidas de energía”.
Destaca de sus nietos que son muy cariñosos. Considera una dicha poder verlos y tenerlos cerca con frecuencia. “Me encanta tener esa oportunidad”.
Para concluir, de sus pasatiempos Ramón asegura que, a parte del trabajo que no se le hace una carga, hace ejercicio rutinariamente, pues camina bastante. Durante un tiempo jugó golf, el cual aprendió a jugar en Colombia, pero esta actividad terminó debido a una lesión en el brazo. “Me dediqué principalmente a caminar y a montar bicicleta, además de leer, escuchar música y pasar tiempo con la familia”.
