A comienzos de este año vi dos noticias que me llamaron bastante la atención y que me dan a pensar que en América Latina se puede progresar de la misma manera como pasa en otras latitudes en lo que respecta a normativas para los sistemas de aire acondicionado y refrigeración.
La primera nota importante tiene que ver con una ley sancionada en Brasil para la ejecución de un Plan de Mantenimiento, Operación y Control de sistemas de aire acondicionado en edificios de uso público y colectivo, que busca mejorar la calidad de los equipos instalados en cuanto a seguridad y eficiencia. Esto lo veo como un gran avance logrado por entidades del sector que lucharon por conseguir que el Gobierno apruebe un proyecto que seguramente mejorará la operatividad de este segmento en el país brasilero.
Sería muy importante que esta clase de iniciativas se repliquen en otros países. Que los gobiernos escuchen a nuestra asociaciones y comiencen a trabajar mucho más por mejorar las regulaciones existentes en el sector, para evitar así la informalidad que tanto afecta a la industria.
Otra iniciativa importante se dio en Chile, donde entraron en aplicación los Protocolos de Seguridad y de Eficiencia Energética emitidos por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), para los muebles frigoríficos comerciales utilizados en la venta y exposición de comestibles. Esto obliga a certificar esta clase de equipos al momento de ingresar a este país. Otra excelente iniciativa en la que influyeron las actividades que ejecuta la asociación de ese país en pro de una industria más regulada.
Esto nos abre una luz en el camino para pensar que quizá en pocos años otros países de nuestra región aumente en el interés por generar nuevas e importantes regulaciones que protejan mucho más a la industria y eliminen tanta informalidad.
Espero poder contarles más ejemplos como estos a lo largo de este 2018.