A continuación se exponen diferentes argumentos por los cuales es importante la utilización de las Válvulas Independientes de Presión.
por Víctor Orozco*
La tecnología PI, como la que está incorporada en la Válvula de Presión Independiente (PICCV o EPIV), combina la función de una válvula de balanceo automática y una válvula de control en una sola unidad. La válvula PICCV está diseñada para mantener un caudal estable (y por lo tanto un diferencial de temperatura) a través de un serpentín a pesar de cualquier fluctuación de presión que pueda ocurrir en un sistema típico con múltiples válvulas de control y circuitos interactivos.
Este tipo de características apoyan el concepto de Balanceo Dinámico, especialmente aplicado en sistemas hidrónicos primarios y secundarios variables. El Balanceo Dinámico evita la necesidad de rebalancear continuamente el sistema hidrónico, ya sea por cambios y alteraciones durante el diseño o la instalación del mismo.
Prácticamente cualquier sistema con circuitos múltiples e interactivos requiere balanceo de arranque y de rutina, incluso aquellos “rigurosamente” diseñados. Hay dos razones fundamentales para ello:
- En primer lugar, es muy inusual que los sistemas mecánicos se diseñen a la perfección. La mayoría son diseñados (o actualizados) con una o más de las siguientes imperfecciones: serpentines no adecuadamente dimensionados, bombas sobredimensionadas, tuberías incorrectas y la necesidad de autoridad perfecta en las válvulas de control. Todos estos elementos producen fluctuaciones de la presión que tienen un impacto en el desempeño y la eficiencia en general. Por lo tanto, el balanceo (y el rebalanceo) es necesario a menos que se utilice tecnología PI.
- En segundo lugar, en un sistema ocurren fluctuaciones normales de presión como resultado de los constantes cambios de carga debidos a las temperaturas de aire en el exterior, la humedad, la ocupación del edificio, etc. Si bien se han llevado a cabo algunas investigaciones con respecto a la viabilidad de sistemas dependientes de presión que no utilizan balanceo, no consideramos que esto sea una alternativa realista para edificios con circuitos múltiples e interactivos.
Respecto al tema de eficiencia y ahorros en los sistemas de distribución de agua, podemos apuntar que para una eficiencia óptima, las válvulas de control deberán mantener un delta T consistente a lo largo del serpentín que se encuentre en el valor de diseño o cerca de este, independientemente de las fluctuaciones de presión en el sistema. Si el delta T de diseño es de 12°, pero sólo se está alcanzando un diferencial de 6°, entonces se está desperdiciando energía (y dinero).
Es aquí donde el diseño de PI logra un ahorro al solo bombear la cantidad necesaria y de diseño por el sistema hidrónico. Tal como han demostrado las pruebas independientes, la tecnología PI mantiene el delta T de diseño de forma constante a pesar de las condiciones variantes debidas a las cargas parciales y diversidad del sistema.
Víctor Orozco es Consultor Regional de Aplicaciones para América Latina de Belimo Americas. Puede ser contactado a través del correo electrónico [email protected]