Colombia. Una casa con un sistema eléctrico que funciona con energía proveniente del sol, captada por los ladrillos que dan forma a las paredes, y cuyos habitantes pueden vender y comprar electricidad de una red solar mientras monitorean el consumo energético desde su celular ha sido diseñada dentro de un proyecto llamado Helium, que se hace en asociación entre la Universidad EAFIT, Tecnologías Marte y Dynacad.
Esta es una iniciativa de investigación que se desarrolla de la mano de Innovación EAFIT, en la que han participado cerca de 25 personas, entre practicantes, egresados, profesores y estudiantes de pregrado y maestría de los departamentos de Ingeniería de Diseño de Producto, Ingeniería Mecánica y Ciencias Físicas de la Universidad, y que empezó en agosto de 2013 como respuesta a una convocatoria de Ruta N -InLab2 Market-, y culminó en noviembre de 2014 con la creación del ladrillo solar.
Este último consta de dos partes: la estructural, que es un bloque de cerámica; y la fotovoltaica, compuesta por una cubierta de material cristalino, con dos celdas que captan la luz del sol y producen energía instantánea. Estos están interconectados en serie y pueden llevar energía a baterías para almacenarla, un proceso que ya fue puesto a prueba en el laboratorio viviente ubicado en EAFIT Llanogrande: una casa de 50 metros cuadrados con sus paredes recubiertas de ladrillos solares.
Sobre el proyecto, José Ignacio Marulanda Bernal, director del Grupo de Electromagnetismo Aplicado (Gema), cuenta que "la vivienda se construyó entre diciembre de 2015 y marzo de 2016, y sus paredes oriental y occidental cuentan con 600 ladrillos solares para aprovechar la luz del sol naciente y poniente. Estimamos que una casa necesita, para un uso normal de energía, con una unidad de refrigeración pequeña, iluminación, conectividad para cargar celulares y otras cosas, entre 2.500 y 3.000 vatios, lo que se cubre con unos 350 ladrillos".
De acuerdo con José Ignacio, en esta primera etapa se desarrollaron también un secador de ropa solar para ambientes urbanos; unos seguidores solares para permitir que los paneles sigan el movimiento del sol; una estación solar en el campus de la Institución, para la recarga de equipos electrónicos; y la iluminación del parqueadero y fachadas solares.
Los ensayos de resistencia en el ladrillo de cerámica, en palabras de José Ignacio Marulanda, arrojaron resultados muy superiores a lo exigido por la norma colombiana: "En las pruebas de compresión superó en un 40 por ciento el mínimo exigido -12 toneladas, el peso de una volqueta- y alcanzó un mínimo de 18 toneladas. En ocasiones resistió presiones hasta de 25 toneladas, mientras que en las pruebas de resistencia sísmica soportó el límite de la mesa sísmica de la Universidad".
Más información en http://www.eafit.edu.co/sitionoticias/2016/en-eafit-hay-una-casa-que-se-alimenta-del-sol