Internacional. Danfoss ha anunciado recientemente el lanzamiento de sus nuevas válvulas solenoides EVR v2, que vienen a completar las mejoras introducidas en su gama de válvulas EVR a lo largo del pasado año.
Su potenciación y racionalización ahora permiten que las válvulas puedan aceptar una mayor presión del refrigerante y un mayor abanico de aplicaciones, reduciendo al mismo tiempo el número de referencias, el stock y el tiempo de reparación.
Entre las ventajas más destacables para los profesionales se encuentran sus menores costos de aplicación y funcionamiento sin comprometer la fiabilidad en todas las aplicaciones, desde cámaras frigoríficas hasta chillers y bombas de calor, por poner algunos ejemplos. Gracias a la experiencia y a las soluciones de Danfoss, es posible disminuir el consumo energético hasta un 50%.
Mayor presión diferencial de apertura y nuevas funciones compatibles con los refrigerantes modernos
La gama de válvulas solenoides EVR tienen presencia en una gran variedad de aplicaciones de aire acondicionado y refrigeración, como cámaras frigoríficas de grandes dimensiones, display freezers y frigoríficos, así como chillers, equipos rooftop o para espacios de alta densidad (close control). Se han aplicado diez funciones clave para mejorar la robustez del diseño en más aplicaciones, aumentar la funcionalidad y facilitar las reparaciones.
En aire acondicionado, el mismo modelo de válvula solenoide EVR, diseñado para resistir una presión máxima de funcionamiento más elevada, de hasta 45 bar, es compatible con refrigerantes de mayor presión como R-410A y es válido para bombas de calor o chillers que funcionen a temperatura ambiente (hasta 130°C para bypass y descongelación por gas caliente) para la máxima carga. Su homologación está prevista en 2018 para que se puedan utilizar en otros refrigerantes ligeramente inflamables e inflamables en chillers de mayores dimensiones.
En refrigeración, esta plataforma está homologada para refrigerantes con un menor potencial de calentamiento global, como R-290 (propano). Los cierres estancos del solenoide protegen el sistema y los alimentos, además de mejorar el caudal para aumentar la eficiencia. En la línea del líquido, la estanqueidad evita que el refrigerante fluya de nuevo hacia la sección de compresión.