Estados Unidos. El Ministerial de Energía Limpia (CEM) se compone de los ministros de energía de un 80% de los países emisores de gases de efecto invernadero a nivel mundial y el 90% de los países globales de inversión de energía limpia, junto con socios clave, tales como el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) y el Instituto para la Gobernabilidad y el desarrollo sostenible.
El pasado fin de semana los ministros pusieron en marcha el Advanced Cooling (AC) Challenge, en su 7ª reunión en San Francisco, California (4-5 de junio). Los miembros fundadores de la nueva iniciativa son Estados Unidos, India, China, Canadá y Arabia Saudita, que se han comprometido a implementar políticas para estimular la demanda de productos de refrigeración de bajo consumo.
El objetivo es mejorar la eficiencia de la tecnología de aire acondicionado en un 30% y, al hacerlo, reducir las emisiones hasta en 25 mil millones de toneladas métricas de CO2 durante la vida útil de los equipos, lo que reduce la demanda máxima de electricidad hasta en un 340-790 GW (el equivalente de 1.550 plantas térmicas de carbón).
El CEM dijo que el objetivo del AC Challenge era presionar a los gobiernos y a la industria para investigar y desarrollar aplicaciones de aire acondicionado basadas en refrigerantes naturales "super-eficiente", y otros equipos de refrigeración a precios bajos. También se instalar un equipo de enfriamiento amable y eficiente y contribuir a una "base de datos de refrigeración avanzado global que contiene los datos financieros y técnicos de más rápido crecimiento en los mercados del mundo y modelos de alto rendimiento".
Muchas empresas ya se han inscrito para el AC Challenge, tales como Ingersoll Rand, Danfoss y el aeropuerto internacional de San Francisco. Danfoss se comprometió a acelerar la adopción de tecnologías refrigerantes naturales mediante la implementación de la tecnología de expulsión que puede hacer al CO2 más eficiente en climas más cálidos y mediante la inversión en un centro de desarrollo de aplicaciones de US$5 millones para permitir que los fabricantes de equipos pongan a prueba sus productos y lleguen a formas más eficientes de hacer cosas.