Estados Unidos. Ingenieros del Laboratorio Nacional Pacific Northwest, conocido como el PNNL, en Richland, Washington, están llevando a cabo una investigación que podría llevar a los carros eléctricos a ser más asequibles - no necesariamente para comprar, pero sí para operar.
Los investigadores quieren crear una nueva bomba de calor molecular de cinco libras, el tamaño de una botella de 2 litros, que se ocuparía de los sistemas de calefacción y refrigeración, y que le permitiría a los coches recorrer grandes distancias antes de tener que conectarse de nuevo.
Los científicos explican que en lugar de usar una bomba de calor convencional para controlar la calefacción y el aire acondicionado, los coches se pueden calentar y enfriar con una nueva clase de nanomateriales - o un "sistema eléctrico de metal orgánico" - que responde a la electricidad aplicada para conseguir hacer el trabajo. Y las bombas de calor nuevas serían mucho más ligeras, compactas y eficientes.
"El vehículo va a ser más atractivo, ya que podrá viajar largas distancias con la misma carga que usted está poniendo en la noche hasta la mañana. Por lo tanto, va a hacerlo más comercial, atractivo, y consumirá menos energía”, dijo Pete McGrail, de Pasco, un laboratorio de compañero de PNNL.