Internacional. Recientemente se presentaron investigaciones sobre la evolución de soluciones criogénicas para vehículos refrigerados con CO2 líquido en un sistema de ciclo abierto.
Según expertos, a diferencia de los sistemas criogénicos de refrigeración de transporte que pulverizan el nitrógeno directamente en el espacio de carga, este sistema utiliza un evaporador de aleta y tubo, que actúa como un intercambiador de calor en el espacio de carga, mientras que el propio CO2 permanece fuera del espacio de carga.
El CO2 líquido se almacena en un tanque con aislamiento por vacío en una barra de 8,5 a alrededor de -45°C. Un par de válvulas de expansión de diferentes tamaños de orificios en el serpentín del evaporador regulan el flujo de líquido dentro de la bobina, lo que permite una capacidad de refrigeración variable. El CO2 es entonces transportado hacia el exterior sin que se pulverice en el espacio de carga, lo que proporciona seguridad para los operadores.
Según las estimaciones, el sistema tiene comparativamente más bajas emisiones de carbono (46 toneladas de CO2 en 10 años) que el diesel (166 toneladas de CO2) o los sistemas de nitrógeno (143 toneladas) ya que la licuefacción de nitrógeno requiere alrededor de 3 veces más energía que el CO2. También se dice que es 90% más silencioso que una unidad diesel estándar.