México. A más de US$12.000 por noche ascienden las pérdidas económicas por cada cargamento de carne transportada en barco que se detiene en la frontera entre México y Estados Unidos para las revisiones de aduana.
Según Guillermo Máynes Gil, presidente ejecutivo del Consejo Mexicano de la Carne, este es el costo que deben asumir los empresarios del sector para mantener los congeladores en funcionamiento mientras la carga está paralizada en el cruce aduanero.
Para un mercado tan delicado como el de alimentos, la conservación de la cadena de frío es, tal vez, el elemento más importante del proceso productivo.
Por ello, es imposible pensar en apagar motores en el tiempo que dure la revisión en la frontera, y mantenerlos en funcionamiento está representando una fuga de dinero que tanto empresarios como representantes del sector considera innecesaria, pues según argumentan hay otras opciones.
Durante el Seminario Interactivo de Aduanas Sector Cárnico que se realizó en México D.F. el funcionario indicó que “lo que queremos es que se hagan revisiones en la planta de origen, en México, y en la de destino, en Estados Unidos, y no en la aduana, para que no se rompa la cadena de frío”.
Tal y como lo indican representantes de la industria, aunque este tema lleva un tiempo en discusión entre los dos países, aún no hay una fecha definida para ponerse de acuerdo. Sin embargo, llegar a una comunión de opinión se ha convertido en un reto para el país Azteca.