Argentina. La Norma Nacional IRAM 80400, que regula la ventilación mecánica en centros de salud, surgió del trabajo conjunto de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Instituto Argentino de Normalización y Certificación (IRAM). Ahora buscan que se socialice y posteriormente se convierta en ley.
Carlos Eduardo González Feilberg, experto en instalaciones HVAC y empleado de la UBA desde hace más de 30 años, ha sido un gran entusiasta de esta norma, pues reduce la incidencia de infecciones intrahospitalarias contribuyendo a la calidad de vida, tiene en cuenta la garantía de la calidad de aire interior de los hospitales a niveles óptimos y es el primer paso para abrir el debate sobre la regulación obligatoria a nivel nacional.
Si bien la Norma IRAM 80400 fue presentada por la UBA desde marzo de 2020, se gestó luego de muchos años de investigación y contribuciones desde la academia. Carlos Eduardo nos explicó un poco de esa historia.
“En el 2000 vi la necesidad de poner una norma nueva que cobijara todos los temas hospitalarios, pero entonces no era el momento propicio porque la gente no entendía que los microbios y virus se podían esparcir desde polo ambiental y por el aire, ya que no era algo evidente, así que la discusión no prosperó. La norma la preparé en el 2016, con lo que quedó listo un formato de la norma. Y eso que ya se contaba con normas extranjeras como la Ashrae y las ISO, que propician los sistemas de filtrado. Pero sólo fue hasta el 10 de marzo de 2020, poco antes de la declaración de pandemia, que desde la Universidad de Buenos Aires se hace la presentación de la iniciativa al IRAM”.
De ahí entró a trabajar el comité de trabajo, conformado por la mayoría de las empresas encargadas de fabricar los dispositivos HVAC, con lo que pudieron exponer sus diferentes puntos de vista frente a los requerimientos técnicos que se deberían incluir. Pero nunca se quitó de foco poner la finalidad por encima de todo, es decir, la necesidad de aire, temperatura, presión y tipo de filtrado en los diferentes espacios de un centro de salud u hospital.
“Después de la 80400 han salido y están en ejecución alrededor de 10 normas más. Que especifican aspectos técnicos, como las características de las manejadoras, conductos, sistemas de automatización, la arquitectura. Por dar un ejemplo, las condiciones que se deben mantener en los quirófanos o áreas estériles de un hospital, para poder ensamblar todo un sistema de ventilación”. Como resultado de esto Carlos Eduardo asegura que la norma se figura bastante completa.
Importante considerar que varias asociaciones sin fines de lucro, que se relacionan con los sistemas de climatización, también ayudaron a darle forma y detalle a esta norma. Estas son la Cámara Argentina de Calefacción, Aire Acondicionado y ventilación (CACAAV), el Capítulo Argentino de ASHRAE y la Asociación Argentina de Arquitectura e Ingeniería Hospitalaria (AADAIH).
De norma a ley
Ahora la 80400 entra en proceso de verificación, puesto que fue una norma de urgencia dado el contexto del Covid 19. Así que quizás puedan darse algunas modificaciones y aclaraciones al texto inicialmente propuesto.
En ese sentido, Carlos Eduardo afirmó que: “Tengo la satisfacción muy grande, de que hasta en los rincones más lejanos del país piden en sus pliegos la norma 80400”. Y nos comentó un poco acerca de las consecuencias del vacío legal preexistente en Argentina y lo que pasa ahora que este contexto está cambiando.
“Lo que sucedía antes es que como no existía ningún tipo de norma todo el mundo hacía lo que quería, pero al haber una norma debe ajustarse a ella y eso, si bien complica a quienes hacen las instalaciones sin mayor reparo, por otro lado, quienes trabajan de forma muy seria, tienen la posibilidad de competir dignamente”.
Recordemos que el cumplimiento de normas como las Ashrae en territorio argentino no es obligado por ley, ya que ni si quiera está legislado. Es decir, el código de edificación no contempla los dispositivos o lineamientos para garantizar calidad de aire interior o confort. Además, es de notar que la norma 80400 ha entrado a jugar un rol importante como requerimiento oficial en la ciudad de Buenos Aires, pero no así para el resto del territorio.
Entonces, lo que se dibuja en el horizonte es el paso a ley, para que pueda abordar todo el país, pero para esto, como nos comentó el experto, faltan varios años. Debido a los tiempos de legislación, enseñanza social, puesta en marcha ya auditoría que aún quedan por delante, poco más de 5 años.
Finalmente, Carlos Eduardo respondió a la pregunta de por qué impulsa esta norma con tanto empeño. “Lo puedo decir técnicamente o lo puedo decir del lado del corazón. Dios me ha puesto en esto y por algo me puso. No todo es técnico”.
*Una ampliación de esta nota será publicada en la versión 25-4 de 2022 de nuestra versión impresa