Con cero emisiones, las económicas calderas eléctricas de vapor y agua caliente proveen la máxima cantidad de calor y agua caliente usando el mínimo espacio posible.
por ACME Engineering*
Debido a la amenaza del calentamiento global y a los compromisos internacionales con el Acuerdo de París sobre el cambio climático, las regiones que usan calefacción urbana en Europa y América del Norte tienen la obligación de reducir significativamente el impacto ambiental en tiempo récord. Con la calefacción urbana, las ciudades o grandes regiones suelen recibir calor y agua caliente, que se distribuye a edificios comerciales, residenciales o públicos, siendo un sistema más económico que los sistemas de calefacción individuales.
Las regiones que han usado calefacción urbana han ganado y perdido interés en las calderas eléctricas durante el último siglo; sin embargo, de nuevo están de moda. Ya sea para alcanzar los criterios del gobierno ambiental, social y corporativo (ESG, por sus siglas en inglés), cumplir con la regulación o sacar provecho de los créditos e incentivos del gobierno, un creciente número de municipalidades están instalando calderas de electrodos de alta tensión, nuevas o adaptadas, que son compactas, económicas y no producen emisiones.
Esto se debe, en parte, a los avances tecnológicos en el diseño de las calderas eléctricas, que aumentan el rendimiento a un nivel que compite incluso con las grandes calderas de gas o las de combustible. Cuando de calefacción urbana se trata, las alternativas eléctricas serán una pieza crítica del rompecabezas para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones en el futuro.
Las calderas eléctricas usan las propiedades conductoras y resistivas del agua para transportar corriente eléctrica y generar vapor. Un flujo de corriente alterna va desde un electrodo de una fase hacia tierra usando el agua como conductor. Como los químicos en el agua proveen conductividad, el flujo de corriente genera calor directamente en el agua. Entre más corriente (amperios) fluya, se generará mayor calor (BTUs) y mayor cantidad de vapor. Lo más significativo es que casi el 100% de la energía eléctrica se convierte en calor sin pérdidas por transferencia del mismo.
Por ejemplo, el modelo de electrodos CEJS High Voltage Electrode Steam Boiler de la compañía Acme, está montado verticalmente alrededor del interior del recipiente a presión. Esto permite que el modelo produzca la mayor cantidad de vapor en el menor espacio posible, con una capacidad de 6MW a 52MW.
La caldera opera a tensiones de distribución existentes, 4,16 a 25 KV con una eficiencia hasta del 99,9%, y puede producir hasta 170.000 libras de vapor por hora. Con presiones entre 105 psig y 500 psig, las calderas están diseñadas según la sección 1 de ASME, y son recipientes a presión certificados y registrados en el lugar donde se encuentra la caldera.
La tecnología de la caldera eléctrica se usa para la calefacción urbana de zonas residenciales y comerciales, cuya demanda va en aumento; especialmente, dentro de los centros urbanos. Cada vez hay mejoras a fin de minimizar tanto el costo como el impacto ambiental.
Las mejoras por lo general implican readaptar o reemplazar las calderas (la fuente de calor) por alternativas eléctricas más limpias y eficientes, junto con la red de distribución de calor (tuberías e intercambiadores de calor).
Adicionalmente, las calderas eléctricas tienen varias ventajas versus las calderas de gas o de combustible: mayor seguridad, fácil instalación, rápido sistema de apagado y prendido y operan de manera silenciosa. El nivel mínimo de funcionamiento de estas calderas eléctricas no es elevado, por lo que se pueden usar de inmediato.
Mientras que USA y América del Norte se resuelven a reducir drásticamente sus gases de efecto invernadero para combatir el cambio climático, será cada vez más urgente que las zonas que utilizan calefacción urbana reduzcan igualmente sus emisiones de carbón.
Con el fin de proteger al medio ambiente antes de que el cambio climático sea irreversible, todos deben hacer su parte: las municipalidades, los gobiernos estatales y federales y el sector comercial. Afortunadamente, la tecnología avanzada de las calderas eléctricas con cero emisiones puede ser parte de la solución y se puede implementar con facilidad.