Analizamos el mercado HVAC regional, que el año pasado experimentó una suerte de encrucijada, donde la creciente demanda de soluciones de climatización se ha chocado de frente con diversos desafíos estructurales.
Por: Álvaro León Pérez Sepúlveda
Desde el cambio climático y la volatilidad en materia económica, hasta los comicios electorales en varios países, el mercado latinoamericano ha proyectado en 2024 un panorama complejo donde confluyen las oportunidades de crecimiento con retos no menores.
Se espera que el mercado HVAC de Latinoamérica alcance un valor de USD 18,88 mil millones para 2032, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 4,9% entre 2024 y 2032. Además, se calcula que el mercado global de HVAC comercial crecerá unos USD 25,3 millones entre 2024 y 2028 , impulsado por el aumento de los centros de datos y el impacto de la IA en las tendencias del mercado.
Desaceleración de la economía
Uno de los principales factores de incidencia sobre el mercado regional es, por supuesto, el comportamiento de la economía. En meses recientes, se ha venido insistiendo en diversos escenarios sobre la posibilidad de finalizar 2024 con un balance menos satisfactorio que en los años anteriores. El riesgo se perfila como real, teniendo en cuenta que ya, desde los inicios del segundo semestre, muchos países han reportado un crecimiento más débil de lo esperado y la inflación ya ha provocado que varios bancos centrales aumenten las tasas de interés.
Renato Pires, gerente general para la región Andina, Centroamérica y el Caribe de Danfoss, se refiere al fenómeno: “A nivel global tenemos una retracción, percibida por las compañías en los principales mercados. En Latinoamérica, la inversión, la producción y los usuarios finales se han reducido debido a una disminución en el consumo. Si se mira el mercado de consumo de bienes y servicios, se nota el decrecimiento. La inflación también nos ha obligado a dar un paso atrás y la inversión extranjera ha sido menor en países como Chile y Perú”.
Claudia Joya es la gerente comercial de Refrimarket Colombia, una compañía que también cuenta con una presencia importante en Venezuela. Sobre el particular, ella manifiesta que “este ha sido un año atípico a nivel comercial, donde percibimos menos inversiones en nuevos proyectos de refrigeración, ya que los supermercados redujeron la magnitud de su infraestructura. Los retails siguen siendo formatos que permiten al consumidor final tener soluciones un poco más amigables, pero si hablamos de infraestructura, la demanda de frío ha sido mucho menor”.
De igual manera, se han registrado variaciones considerables en los precios del dólar, caídas en las acciones y aumentos en los rendimientos de la deuda.
“La Tasa Representativa del Mercado (TRM) es algo que afecta a toda la industria por igual. Por ejemplo, la mayoría de los minisplits que se venden en Colombia son importados, independientemente de la marca. Entonces, entre más alto esté el dólar, más costosos serán los productos importados. Y si el dólar baja, el usuario final percibe menos recursos financieros”, explica Pablo Paredes, gerente de HVAC para Colombia de Midea Group.
Renato Pires enfatiza en que “2024 ha sido definitivamente un año muy retador, principalmente en la distribución al segmento industrial donde no se han presentado los niveles de inversión registrados en los últimos cuatro o cinco años. Aún así, estamos trabajando para llegar a un cierre del año más positivo y con mejor alcance”.
Alcance global de la inestabilidad política
Las elecciones presidenciales llevadas a cabo durante 2024 en El Salvador, Panamá, República Dominicana, México, Venezuela (y próximamente en Uruguay y Estados Unidos) se han desarrollado en un contexto de crecientes tensiones sociales, marcadas por protestas y descontento popular ante la desigualdad y la corrupción.
La atmósfera de inestabilidad no solo ha afectado la confianza en los procesos electorales, sino que ha tenido un impacto económico negativo. Ello se evidenció en Colombia tras la elección presidencial de 2022, cuando el peso (COP) se devaluó hasta un 14% en poco más de dos meses, justo después de los comicios. “Luego del cambio de gobierno, se alcanzó una TRM superior a los COP $5.000. Eso nos obligó a cambiar la tecnología de algunos aires acondicionados para mantenerlos en el mercado”, comenta Pablo Paredes.
Adicionalmente, el populismo y la falta de coherencia en las políticas económicas y energéticas han causado incertidumbre en varios países, dificultando que las empresas del sector definan una planificación de largo plazo y, en últimas, provocando que muchas compañías lo piensen dos veces antes de expandir sus operaciones en América Latina.
“Economías como la venezolana son muy fluctuantes por el tema gubernamental y este ha sido un año difícil. De cierta manera, la incertidumbre política durante las pasadas elecciones generó restricción en las inversiones. De hecho, causó que se detuvieran muchos proyectos nuevos y en lugar de ello se dinamizan las reconversiones y reformas”, declara Claudia Joya.
Las tensiones geopolíticas de orden mundial son otro factor a considerar: como se sabe, los conflictos armados tienen un alto potencial desestabilizador de la economía global, porque suman complejidad a las tareas de producción y distribución de bienes y servicios.
Pablo Paredes lo ilustra con un ejemplo: “Guerras como la de Rusia y Ucrania, o la de Israel con Palestina, afectan directamente los pedidos de aire acondicionado para Europa y Estados Unidos. Allí, hay en este momento una demanda mayor de equipos por temor a que la guerra escale, las fronteras se cierren y los envíos se hagan más complejos. Estos mercados tienen la temporada calurosa en junio, por lo cual los compradores adquieren aires acondicionados durante el primer trimestre del año. Al multiplicarse los pedidos, los inventarios de Latinoamérica reciben un impacto enorme en esos meses”.
¿Qué significa en términos prácticos lo anterior? La respuesta del ejecutivo de Midea es tajante: “Eso quiere decir que cualquier compañía que quiera ser competitiva en 2025 tiene que prever sus compras en lo que resta de 2024 o se expone a un desabastecimiento de inventario de cuatro o cinco meses”.
Paradoja del cambio climático en la industria HVAC
Como en el resto del mundo, la industria regional HVAC sigue trabajando para equilibrar su papel como solucionadora y contribuyente simultánea del problema constituido por el cambio climático. Esta paradoja, compleja per se, se agudiza a medida que la recesión económica disminuye el desarrollo de tecnología limpia y la inestabilidad política desincentiva las inversiones extranjeras en infraestructura verde.
A la par, el fenómeno climático está desencadenando nuevas demandas en el mercado HVAC, específicamente en zonas climáticas históricamente frías o templadas, las cuales han venido registrando temperaturas cada vez más cálidas en los últimos años.
“El aire acondicionado ha tenido un incremento en algunos usos e instalaciones debido al cambio climático. En Bogotá, una ciudad fría cuya temperatura ha oscilado siempre los 18 grados, ya tenemos días con temperaturas de 23 y 24 grados. Eso ha hecho que el mercado del aire acondicionado sí haya incrementado su dinamismo y generado un poco más de demanda que la refrigeración”, sostiene Claudia Joya.
Pablo Paredes coincide con ella: “Estamos en una región mayormente tropical y afectada directamente por el calentamiento global. Por eso, los aires acondicionados se han vuelto una necesidad cada día más grande en ciudades donde no se necesitaban hace diez años. Eso nos ha representado un crecimiento superior al 40% con respecto al año pasado”, revela, añadiendo que antes de finalizar 2024 Midea lanzará una nueva tecnología con refrigerante R32, a un costo competitivo para el mercado.
Midea no es el único fabricante que apuesta por avanzar en sostenibilidad y eficiencia para sobrellevar los vaivenes del mercado. Hoy por hoy, compañías como Intarcon y Danfoss también direccionan sus estrategias para ampliar sus horizontes comerciales en la región, ofreciendo soluciones más rentables y amigables con el ambiente.
“Si bien hay países donde hemos crecido menos, a nivel regional estamos creciendo con fuerza gracias a nuestras tecnologías sustentables”, sostiene Germán Gil, director comercial de la compañía de origen español. Por parte de Danfoss, el supervisor de Ventas de Enfriamiento para la Región Andina, Cristian Vélez, explica que “el desarrollo de nuevos productos nos ha permitido incursionar en mercados que tradicionalmente estuvieron en manos de los competidores”.
Estos enfoques pueden dar lugar a oportunidades interesantes, tal y como lo plantea el directivo de Intarcon: “Las tecnologías sostenibles aportan valor dentro del Environmental Social Governance (ESG), que es un criterio financiero. Si pides un crédito, te miden por tu ESG. Entonces, aplicar tecnologías sustentables te aporta valor sobre el ESG y mejora tu calificación por parte de la banca. Luego está el tema del menor costo operativo. Normalmente, una inversión en HVAC se hace a largo plazo. Al hacer la medición del Opex correspondiente a esos 15 o 20 años, las soluciones sustentables suelen ser mucho más rentables que las tradicionales”.
¿Dos casos atípicos?
Los expertos afirman que, efectivamente, tanto en Centroamérica como en Venezuela se está registrando una lenta pero positiva evolución del mercado HVAC. A ello estarían contribuyendo factores como el aumento de la urbanización, una mayor conciencia ambiental y energética, así como una recuperación gradual de la economía.
“En Centroamérica ha crecido el tema de supermercados y centros de distribución, proyectos para los que tenemos un portafolio bastante amplio. Eso nos ha permitido mitigar los desafíos que hemos tenido en nuestros mercados naturales, a lo largo de 2024. Hace un año estamos viendo cómo aumentan las oportunidades, ya que son países menos afectados por los fenómenos globales, lo cual ha posibilitado nuevas negociaciones en diferentes segmentos y ha permitido pronosticar un crecimiento importante en los años siguientes”, sostiene Cristian Vélez.
Con respecto a Venezuela, su compañero Renato Pires señala que “es un país que ha venido creciendo dentro de sus limitaciones, encaminándose poco a poco a ser muy importante dentro de la región”.
Claudia Joya, de Refrimarket, también considera que las perspectivas de crecimiento en dicho país son prometedoras: “Una vez pasadas las elecciones, en Venezuela se han venido identificando incrementos importantes en la demanda en algunos segmentos alimenticios e indicios claros de la reactivación del mercado HVAC. Nosotros tenemos una empresa en Venezuela llamada Tecnonorte y cada vez está participando más en cotizaciones y licitaciones”.
Lo que promete 2025
Faltando poco para concluir el año actual, muchos actores de la industria se cuestionan sobre los horizontes que se abrirán en 2025. Preguntado al respecto, Diego Martín Guerrero de Luna Villalobos, Director de Ingeniería en Teksol Group, se muestra moderadamente optimista.
“Si bien es cierto que el mercado latinoamericano podría crecer a un ritmo mucho más ágil, lo cierto es que las compañías siguen apostando por él. En este momento, las empresas están ajustando presupuestos y renovando su personal para permanecer en el tiempo. Adicionalmente, continuamos trabajando en productos innovadores que sigan resolviendo los problemas de los clientes”, destacó Guerrero de Luna, quien además se desempeña como director de la Escuela de Refrigeración del Perú.
Por su parte, al expresar sus previsiones, Renato Pires descarta que la situación vivida en 2024 se repita con la misma intensidad el año entrante. Sin embargo, opta por mantener una posición prudente.
“Países como Colombia, México, Brasil y Perú han sufrido este año y uno esperaría que los números para 2025 sean mejores. Confiamos en que el próximo año los proyectos comenzarán a arrancar con más firmeza y habrá una mayor confianza en el mercado y la economía. No obstante, seguimos atentos y trabajando duro porque vemos venir un año que de todas maneras será complejo”, sentencia.