Creo que en nuestro mercado cada empresa debe apostar un poco por la responsabilidad social, mas aún cuando la cadena del HVAC/R continúa siendo un foco enorme de controversias y debates ambientales. No se trata de millonarios esfuerzos, sino más bien de prácticas, incluso conjuntas, para generar conciencia de lo que está pasando ahora en el planeta en materia de calentamiento global.
Pregúntese cuánto le invirtió su compañía en los últimos dos años a las actividades tendientes a informar y a educar a los técnicos y/o profesionales relacionados con el reciclaje y la recuperación de refrigerantes o con el montaje y reparación de sistemas de aire acondicionado y refrigeración. ¿Apoyó usted las iniciativas educativas de terceros? ¿Se unió con sus competidores para capacitar un grupo de técnicos? ¿Tan siquiera ha averiguado sobre los equipos ecológicos de última tecnología a ver si hay alguna posibilidad de distribuirlos en su país?
Siempre es válido preguntarse cómo se puede marcar la diferencia. Hay muchas formas de hacerlo. Si en Estados Unidos, el país más contaminante del mundo, se dan el lujo de lanzar iniciativas como Save Energy Now -Ahorre Energía Ahora, programa lanzado por el Departamento de Energía a finales de febrero-, lo cual resulta una paradoja, pues no han querido adherir completamente a los protocolos de Kioto y Montreal, nosotros en América Latina podemos crear también alguna iniciativa tendiente a desarrollar nuestra industria.
Ahí les dejo esta reflexión, aunque por más esfuerzos individuales que hagamos no creo, la verdad, que las cosas vayan a cambiar mientras los países desarrollados no lleguen a acuerdos concretos frente a este tema. Sin embargo, podremos estar más tranquilos sabiendo que, aunque haya sido de manera infructuosa, le cumplimos al planeta.
Julián Arcila
Editor