Bélgica. La Unión Europea destinará 470 millones de euros de las arcas comunitarias para poner en marcha un proyecto de investigación sobre el uso del hidrógeno como combustible. El proyecto tomará la forma de asociación público-privada y Bruselas espera que la industria haga un aporte financiero equivalente al público, en un periodo de seis años. La reunión que los 27 países de la Unión Europea realizaron en Bruselas los pasados 26 y 27 de Febrero, encabezada por los ministros responsables de Competitividad (Mercado Interior, Industria e Innovación), dieron luz verde a su quinta “iniciativa tecnológica conjunta,” con la que pretenden ofrecer a las empresas europeas un marco para la cooperación en el ámbito tecnológico.
Las células de combustible de hidrógeno se basan en la acumulación de esta materia prima que, mediante el contacto con el oxígeno, produce energía y calor, los cuales posteriormente se transforman en electricidad y ésta se usa para alimentar los motores.
Y es que el hidrógeno sin duda es una alternativa para reducir los índices de calentamiento global, pues el dióxido de carbono es uno de los principales causantes de efecto invernadero y por lo tanto de la concentración de calor en el planeta. Este gas es generado en mayor proporción por la quema de combustibles fósiles para la generación de energía, por ejemplo para los coches.
Por tal razón y en consecuencia, la Comisión Europea también impulsará la comercialización de automóviles que utilicen este tipo de energía limpia. Para ello, Bruselas propone establecer un modelo único de homologación que facilite a los fabricantes de automóviles, pasar desde el motor basado en el petróleo a uno cuya fuente de energía sea el hidrógeno.
Hasta el momento, varios fabricantes de automóviles han producido prototipos con este tipo de propulsión, aunque su uso masivo espera a nuevos avances técnicos en la producción y distribución a gran escala de hidrógeno.
Y es que la emisión cero de contaminantes en el momento de la combustión del hidrógeno es sin duda una gran posibilidad de impulsar el desarrollo tecnológico a la vez que se cuida el planeta. El sitio tecnociencia.es. publica que: “Cuando el combustible es hidrógeno, los productos obtenidos en la reacción electroquímica catalizada de la pila de combustible entre el hidrógeno y el oxígeno son agua, calor y electricidad, en lugar de dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre y otras partículas inherentes a la combustión de combustibles fósiles”.
La principal fuente de extracción de hidrogeno es el agua, y por tal razón se convierte en una alternativa de fácil acceso para todos los países del mundo; sin embargo uno de los mayores problemas que posee la migración hacia tecnologías energizadas con el hidrógeno es el difícil manejo de la sustancia, los altos costos de almacenamiento y suministro, y su incapacidad para competir en precio con tecnologías basadas en petróleo.
Según un informe encargado por la Comisión Europea y difundido el mismo día de la reunión, la introducción del hidrógeno como fuente energética podría reducir en un 40 por ciento el consumo de petróleo en el sector del transporte por carretera de aquí al año 2050.