
Bush aclaró que esa meta sería “de largo plazo” y que sólo se fijaría a fines de 2008 para aplicarse a partir de 2012, cuando concluya la vigencia del Protocolo de Kyoto, del que el propio mandatario retiró a su país años atrás. Pero también reconoció la validez del problema, algo que hasta ahora había hecho con cuentagotas. “Mi propuesta es ésta: para fines del año próximo, Estados Unidos y otros países establecerán un objetivo global de largo plazo para la reducción de los gases de efecto invernadero”, explicó, e incluyó en su propuesta a las potencias europeas, China, India, Brasil, Australia, Sudáfrica y Corea del Sur, entre otras. (Fuente: La Nación)