Estados Unidos. Previamente, la actual administración estadounidense fijó objetivos sólidos para el ahorro de costos y la reducción de la contaminación climática mediante normas de eficiencia.
Expertos como Andrew deLaski, director ejecutivo del Appliance Standards Awareness Project (ASAP), estima que el Gobierno Biden ya ha logrado el 85% del objetivo y puede terminar el trabajo con "un empujón final" a las normas pendientes.
"La administración Biden ha logrado grandes avances en la actualización de los estándares de eficiencia de los electrodomésticos y equipos que reducen el desperdicio de energía y ahorran dinero a los consumidores y las empresas. Ahora es el momento de terminar el trabajo. Hace un año, la administración proyectó que las normas completadas durante este período ahorrarían casi un billón de dólares y reducirían las emisiones de gases de efecto invernadero en 2.500 millones de toneladas métricas en 30 años. Desde entonces, el Departamento de Energía (DOE) ha completado nuevas normas para calentadores de agua , secadoras de ropa y acondicionadores de aire de techo , entre otros productos. La agencia ha repetido los objetivos, pero no ha proporcionado un informe de su progreso, un vacío que estamos llenando aquí", manifestó deLaski.
Asimismo, el ejecutivo de ASAP afirmó que, según los diversos análisis normativos del DOE, se calcula que la administración Biden ha logrado un 85% del objetivo de cumplir con la proyección de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Estimaciones señalan que las normas que ya se han aprobado durante este mandato reducirán las emisiones en 2.100 millones de toneladas métricas.
"Si bien no pudimos calcular una cifra correspondiente para el progreso en materia de ahorro de costos, es probable que se trate de un 85% más o menos, es decir, cientos de miles de millones de dólares. En otras palabras, la administración ha logrado un progreso enorme, pero aún tiene trabajo por hacer. La buena noticia es que la Casa Blanca tiene en sus manos normas que podrían colmar con creces ese vacío, y puede dar luz verde al Departamento de Energía para que las finalice. Estas normas están ahora a la espera en la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios (OIRA, por sus siglas en inglés), que realiza las revisiones finales antes de que se publiquen las normas", explica.
Respaldo a las iniciativas
Muchos de estos posibles nuevos estándares cuentan con un respaldo sustancial de los fabricantes de productos. Por ejemplo, los fabricantes de motores respaldan los posibles nuevos estándares que cubren ciertos motores eléctricos utilizados principalmente en aplicaciones comerciales e industriales. Y los fabricantes de ventiladores comerciales e industriales han estado trabajando en colaboración con el DOE durante años para desarrollar estándares que impulsarán el mercado hacia ventiladores mejores y más eficientes para aplicaciones que van desde la ventilación y la circulación del aire en edificios hasta los sistemas de extracción. La finalización de estos dos estándares reduciría las facturas mensuales de energía para empresas como restaurantes, granjas y propietarios de edificios comerciales.
Las normas para motores y ventiladores son las dos normas de mayor impacto que están pendientes de publicación, y su finalización es fundamental para alcanzar el objetivo. Estas normas han estado bajo revisión en la OIRA desde agosto y septiembre, respectivamente. Otras normas pendientes de gran impacto incluyen las de cargadores de baterías, refrigeradores comerciales, calderas residenciales y refrigeradores portátiles.
Según las normas propuestas para estos y otros cuatro productos (deshumidificadores, ventiladores de techo, calentadores de agua instantáneos a gas y fuentes de alimentación externas), se podría reducir las facturas de servicios públicos de los consumidores y las empresas en 8.700 millones de dólares anuales. Si bien los productos que cumplen con las normas pueden costar un poco más al principio, las facturas de servicios públicos más bajas superan con creces el gasto adicional. A lo largo de 30 años de ventas de productos, las normas pendientes también podrían reducir las emisiones que provocan el calentamiento climático en más de 850 millones de toneladas métricas, más que suficiente para que la administración Biden alcance su proyección.
Una encuesta de YouGov realizada el verano pasado concluyó que casi el 60% de los estadounidenses apoya normas de eficiencia para electrodomésticos más estrictas, mientras que solo el 25% se opone a ellas, y el resto no tiene una opinión al respecto. Una encuesta de Morning Consult realizada en 2023 arrojó resultados muy similares.
"La administración Biden debe hacer el trabajo y completar los estándares de eficiencia pendientes", concluye Andrew deLaski, director ejecutivo del Appliance Standards Awareness Project (ASAP).