Por: Alfredo Sotolongo*
Entre los tipos de edificios que más consumen energía por metro cuadrado, que no son industrias, se encuentran los hospitales y los hoteles. Hoy me quiero referir a los hoteles, ya que muchas cadenas hoteleras se han desatado en los últimos meses a diseñar nuevos hoteles y/o a remodelar hoteles existentes. Lo más interesante y esperanzador es que están tomando muy en serio el consumo de energía.
Casi el 80% de la energía que consume un hotel se distribuye entre el acondicionamiento del aire interior, agua caliente, iluminación y ventilación. El por ciento que corresponde a cada uno de estos factores depende en gran medida de las condiciones climáticas en el lugar donde se encuentra el hotel. Siendo todos estos consumos controlables hasta cierto punto con excepción de la refrigeración porque es vital para la conservación de los alimentos y muchos dueños de hoteles prefieren no incluirla.
Me satisface saber que muchos propietarios de hoteles y sus ingenieros consultores han decidido usar volumen variable en la planta central de aire acondicionado que incluye los enfriadores, bombas primarias de agua fría, de condensación y ventiladores de las torres de enfriamiento. De esta manera, operan la planta completa basado en el consumo de Kw.-hora por tonelada de refrigeración y mantienen el consumo mínimo deseado a base de modular todos los componentes de dicha planta a través de variadores de frecuencia usando el algoritmo del sistema Hartman Loop de la empresa Armstrong. Esto ha demostrado que cuando se modulan todos los componentes de la planta al unísono, se pueden lograr consumos de hasta 0.30 Kw.-hora por tonelada a cargas parciales.
Además, al añadir el sistema inteligente de control del edificio (BMS), recuperación de energía del aire de extracción y el mantenimiento preventivo recomendado por los fabricantes, se recupera la inversión adicional en aproximadamente 2 años. Una vez recuperada la inversión adicional, el ahorro anual es mucho mayor que los intereses que pagarían los bancos hoy en día sobre esa inversión adicional.
A lo que desafortunadamente algunas cadenas hoteleras no han prestado mucha atención es al control de las habitaciones de los huéspedes. Un por ciento muy alto del desperdicio de energía por al acondicionamiento del aire y la iluminación son las habitaciones de los huéspedes, ya que algunos salen de la habitación y dejan todas las luces encendidas y el termostato a temperaturas fuera del rango de confort haciendo trabajar el sistema de climatización más tiempo del necesario.
El principal argumento que algunos me comentan es que no quieren afectar el confort del huésped. Sin embargo, hay sistemas, que sin afectar el confort del huésped, ayudan a evitar el desperdicio de energía en las habitaciones.
Otro argumento que me comentan, cuando se trata de remodelaciones, es el alambrado de los componentes para leer temperatura y detectar movimiento en las habitaciones. Lo cual, durante la instalación, no permite el uso de la habitación afectando la rentabilidad del hotel. Existen algunas empresas que ha desarrollado sistemas de comunicación sin alambre especialmente diseñados para aplicación en remodelaciones con resultados excelentes minimizando el tiempo en que la habitación no está disponible y con retornos en la inversión de 2 a 3 años máximo.
Con el aumento desenfrenado y constante del costo de la energía y los nuevos sistemas que se están desarrollando, muy pronto el tiempo del retorno en la inversión adicional para implementar dichos sistemas se reducirá considerablemente. Por tal razón, les recomiendo a los ingenieros que diseñan sistemas de aire acondicionado para hoteles que no dejen de analizar la posibilidad de utilizar controles para evitar el desperdicio de energía en las habitaciones y estoy seguro que le podrán justificar la inversión adicional al propietario.
*El ingeniero Alfredo Sotolongo, presidente de Protec, Inc., está certificado como ingeniero profesional en Puerto Rico y en el Estado de la Florida; tiene más de 40 años de experiencia en la aplicación y venta de sistemas y equipos para la conservación de energía. Es miembro de ASME (American Society of Mechanical Engineers), AEE (Association of Energy Engineers), con quien está certificado como Ingeniero en Administración de Energía; es también miembro de ASHRAE y fue presidente del capítulo Miami de dicha asociación. Ha presentado también numerosas charlas sobre el tema de conservación de energía.