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Por: Alfredo Sotolongo*
Les quiero contar una experiencia que viví hace más de 30 años relacionada con el tema que me fascina: el consumo de energía. Visitamos un hotel en una isla del Caribe para efectuar una inspección de los sistemas mecánicos y reportar dónde considerábamos que se desperdiciaba energía. Cuando llegamos a la discoteca, alrededor de las 2:00 p.m., hora en que no estaba abierta en un muy caluroso mes de septiembre, nos encontramos que la temperatura estaba alrededor de 68°F y le preguntamos a un señor entrado en años que se encontraba barriendo el piso: “¿Desde cuándo está encendido el aire acondicionado?”, él respondió: “desde que yo llegué” y al preguntarle por la hora en la que había llegado, el hombre dijo para nuestra gran sorpresa: “Desde el pasado mes de enero”.
Hasta ese momento la unidad de aire acondicionado había estado operando noche y día por 8 meses sin parar y lo que es peor, manteniendo la temperatura más baja de que era capaz, dependiendo de la carga térmica, aunque la discoteca estuviera desocupada. ¡Que desperdicio de energía!
Esto sucedió cuando el costo de la energía era mucho más barato de lo que lo es ahora. Pero lo verdaderamente triste es que todavía nos encontramos muchos casos como ése en los que ni los empleados, ni la gerencia tienen la cultura del ahorro de energía.
Desarrollar la cultura del ahorro de energía en América y sobre todo, en nuestros países de América Latina y el Caribe, ha sido un proceso lento y aunque se han conseguido logros, todavía existe un camino bastante largo por recorrer.
Las sugerencias
Siempre recomiendo, como lo he explicado en otros artículos, que antes de invertir en cualquier tipo de sistema para conservar energía, se deben inspeccionar los sistemas mecánicos y eléctricos del edificio y rectificar cualquier deficiencia elemental que exista: cambio de filtros en las unidades de aire acondicionado, limpieza de serpentines, ajuste de las correas y poleas, etc., casi siempre directamente relacionados con al mantenimiento preventivo.
¿Cómo podemos evitar que sucedan cosas como éstas que les conté? Lo ideal es probarle a nuestros clientes, propietarios y administradores de hoteles, hospitales o edificios de oficina, el ahorro que representa implementar el más elemental mecanismo de control para los sistemas mecánicos y eléctricos en su propiedad, conocido como BMS (Building Management System) para no tener que depender de sus empleados para encender y apagar los equipos a la hora adecuada y evitar que operen por más tiempo del necesario.
¿Por qué un sistema de control?
Lo que hace que estos sistemas sean muy atractivos es el hecho de que son modulares, en otras palabras, se puede comenzar con programas de arranque/parada de motores eléctricos o encendido/apagado de luces y control de temperatura solamente y dejarlo preparado para, con el tiempo, añadirle otras funciones vitales para la conservación de energía.
Uno de los controles que recomiendo que se añada a futuro es medir el consumo y la demanda del suministro eléctrico para mantener esos valores lo más bajos posible ya que en la mayoría de nuestros países, además de ser el costo del consumo Kw/h sumamente alto, la penalidad por superar la demanda contratada con la empresa eléctrica es aún más costosa.
¿Cómo se pueden controlar estos valores? A través del mismo programa de arranque/parada y el control de temperatura originalmente instalado se puede sacar de servicio equipos no imprescindibles en un momento dado y se puede aumentar el valor del punto de control de los termostatos en las unidades de aire acondicionado que, durante ciertas horas del día o la noche, no necesitan mantener una temperatura de confort, lo cual se refleja directamente en el consumo eléctrico del enfriador (chiller).
Hoy en día ya muchos propietarios de edificios que deben pagar el consumo de energía han asimilado la cultura de minimizar el desperdicio y utilizan estos sistemas de control de edificios (BMS) más a menudo. Además, en algunos casos, han integrado otros sistemas tales como seguridad, control de acceso, circuito cerrado de televisión, etc.
Como siempre he sugerido a todos los ingenieros consultores y contratistas: antes de recomendar cualquier equipo y/o sistema para minimizar el desperdicio de energía, se deben asegurar de que todos los equipos mecánicos están operando óptimamente mediante el mantenimiento preventivo y solo después, analizar en qué tiempo se recupera la inversión para podérsela justificar a los clientes.
* El ingeniero Alfredo Sotolongo, presidente de Protec, Inc., está certificado como ingeniero profesional en Puerto Rico y en el Estado de la Florida; tiene más de 40 años de experiencia en la aplicación y venta de sistemas y equipos para la conservación de energía. Es miembro de ASME (American Society of Mechanical Engineers), AEE (Association of Energy Engineers), con quien está certificado como Ingeniero en Administración de Energía; es también miembro de ASHRAE y fue presidente del capítulo Miami de dicha asociación. Ha presentado también numerosas charlas sobre el tema de conservación de energía.