Por Alejandra García Vélez
Películas y series de ciencia ficción como la trilogía Volver al futuro o la serie animada los Supersónicos han alimentado durante años los sueños que muchas personas tienen de llegar a vivir en un mundo tecnológico en el que la más mínima necesidad se soluciona con el toque de un dedo. Actualmente no es necesario soñar con equipos futuristas, pues cada vez es más común encontrar en las tiendas dispositivos que antes sólo se podían ver en la imaginación.
Y es que hace algunos años el que una casa contará, por ejemplo, con un sistema de control de iluminación que encendiera y apagara las luces de manera automática dependiendo de la hora del día o de la ocupación de un espacio, parecía imposible, pero hoy ésta es sólo una de las tantas posibilidades que brinda un hogar automatizado. Gracias a la comodidad y al ahorro en energía que puede llegar a significar el contar con un sistema de este tipo, las instalaciones domóticas son cada vez más comunes en los hogares.
De hecho, según información dada a conocer en el pasado Salón Internacional del Material Eléctrico y Electrónico (Matelec), el volumen del mercado anual del sector de las tecnologías domóticas en España alcanzará en los próximos dos años un volumen de facturación de entre 300 y 400 millones de euros, pues se espera que en 2010 el 30% de las viviendas construidas cuenten con sistemas domóticos. Los anteriores datos se refieren al mercado europeo, pero es de esperar que América Latina poco a poco se acerque a cifras similares.
Asimismo, información concordante con lo anterior se desprende del estudio realizado por el portal especializado Casadomo.com: “Sistemas de domótica y seguridad en viviendas de nueva promoción”, en el que entre otras cosas los usuarios finales resaltan la importancia que tiene para ellos contar dentro de una instalación de este tipo con alarmas técnicas, teleasistencia y alarmas de intrusión, como se observa en el cuadro 1.
Por su parte, en el cuadro 2 se evidencia que los usuarios finales valoran de forma muy alta las soluciones de construcción sostenible como ahorro energético, diseño bioclimático, ahorro de agua y materiales ecológicos.
Aníbal Cardona, gerente comercial de Highclass Technology, asegura que la domótica es un concepto que día a día toma más fuerza, pero que para muchos se va convirtiendo erróneamente en una moda; “saliéndonos del auge, la moda y lo especulativo, la domótica es una cultura, una tendencia y un estilo de vida de aquellos quienes asumimos la tecnología como efecto positivo, ecológico y formativo para nuestro diario vivir. La domótica es un concepto ligado a versatilidad, aprovechamiento y ahorro de energía”, agregó.
América Latina
Si bien es cierto que la tecnología hace ya parte de la vida diaria, tampoco podemos negar que los avances tecnológicos no siguen el mismo ritmo en todos lo lugares del mundo, o incluso en los diferentes lugares de una misma ciudad. Frente a este tema Aníbal Cardona opina que “se está en un proceso de acercamiento al concepto de domótica o automatización, cada vez más se implantan tecnologías acordes pero no es aún el suministro diario para cada proyecto constructor”.
También indicó que el mercado de la automatización de hogares en 2008, al igual que en 2007, tuvo un crecimiento lento y paulatino pero se espera que en los próximos años el interés por este tema siga creciendo. Entre los países que salieron mejor librados en la región se encuentran Panamá, Ecuador y Costa Rica quienes son líderes en la demanda de soluciones de automatización. Y en cuanto a tipos de sistemas, la primera necesidad expresada por los clientes es la seguridad, seguida por el control de iluminación y los sistemas de entretenimiento (audio y video).
Ahorro energético
Una de las principales ventajas de un sistema domótico es la posibilidad de disminuir los costos energéticos, de hecho CEDOM, la Asociación Española de Domótica, publicó recientemente una guía titulada “Cómo ahorrar energía instalando domótica en su vivienda”. Precisamente este documento muestra un ejemplo práctico de las posibilidades que en ese campo ofrece la automatización de hogares.
El documento plantea el ejemplo de una vivienda de 130 m2, habitada por una familia de tres personas que realizan un consumo anual de 4.500 kWh, y un coste energético anual de 550 €. Se comparó con un hogar de iguales características pero con un sistema domótico que “permite la gestión eficiente de la energía, incorporando un control de la calefacción y/o aire acondicionado de forma zonificada, teniendo en cuenta la ocupación de la vivienda, y manteniendo unos niveles óptimos de confort y bajo consumo. El sistema controla las luces de forma inteligente, tiene en cuenta la luz exterior y la ocupación, y hace uso de la monitorización de persianas como un elemento de gestión energética y lumínica. Además, detecta y elimina consumos latentes, gastos eléctricos provocados por olvidos, fallos y averías por sobrecargas en la instalación eléctrica”. Tras un año de mediciones comparativas, revela CEDOM en la guía, se presentan significativos ahorros que pueden apreciarse en la figura 3. Destacando un 80% de ahorro en los gastos de iluminación.