En esta ocasión quiero hablar sobre una práctica que se observa bastante en el campo del CVAC-R y que es altamente nociva para los intereses de todos: el empirismo. Este fenómeno se refiere fundamentalmente a la realización de cualquier actividad o práctica sin la preparación adecuada para ello, fundamentándose únicamente en las bases.
En nuestras industrias, el empirismo se observa en muchos de los procesos que se llevan a cabo diariamente como la instalación de un aire acondicionado, el mantenimiento a un sistema de refrigeración, las cargas de refrigerantes en los diversos procesos y más.
Quiero enfatizar que no estoy en contra de que una persona tome la decisión de aprender a ejercer cualquier labor, pero lo que sí me parece delicado es que dicha labor se ejerza sin contar con los requisitos técnicos mínimos y peor aún, con la indiferencia del caso de quien sólo se preocupa por cobrar un servicio, independientemente de si está bien o mal hecho.
Sé que en Latinoamérica la formación es costosa, pero en la actualidad tenemos a la mano una valiosa herramienta: la Internet. Allí se encuentra todo, y sólo basta acercarse a un cibercafé (donde se rentan computadoras por horas) y buscar para tener acceso a más información, lo que seguramente redundará en una mayor destreza a la hora de realizar el trabajo.
Pensemos, los beneficios son muchos. Por una parte, habrá clientes y usuarios más satisfechos y esto incrementará su horizonte de negocios. Por la otra, el planeta se lo agradecerá, pues en muchos casos no estará depositando altas cantidades de refrigerantes a la atmósfera, y el consumo energético será menor. Por último está la recompensa más grande: la satisfacción de saber que está haciendo un buen trabajo y que está recibiendo el pago justo por su trabajo.
Hasta la próxima.
Julián Arcila Restrepo, Editor
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