Sin duda alguna, tales anuncios son bastante positivos y esperanzadores, pero hay que trabajar para que dichas iniciativas no queden simplemente como efectos mediáticos y publicitarios, o se conviertan en planteamientos de campañas políticas.
Es importante aclarar que este medio coincide con aquellos que propenden por la reducción de las emisiones de compuestos que son dañinos a la capa de ozono, y que además acompaña a quienes buscan la implementación de tecnologías verdes en las ciudades más contaminantes; sin embargo hace un llamado a aterrizar tales iniciativas mediante programas que contemplen medidas para el corto y mediano plazo, pues el planeta no soporta planes de reducción de emisiones “a largo plazo”, al tiempo que avanza la contaminación, un escenario que se vería con la más reciente propuesta en materia ambiental hecha por el Presidente de los Estados Unidos.
En tal sentido saludamos el anuncio de la implementación de medidas de choque en seis ciudades del continente (Nueva York, Chicago, Toronto, Houston, Ciudad de México y San Pablo) para convertirse en ciudades verdes. Tales acciones plantean la reducción del tráfico vehicular, la reconversión de los sistemas de alimentación de la calefacción, refrigeración e iluminación y la dosificación del consumo eléctrico en instalaciones domésticas.
También saludamos cualquier intento de las demás ciudades del continente para emprender acciones similares, pues cualquiera de las ciudades capitales de la región enfrenta problemas parecidos que se reflejan en las grandes nubes de smog y en la contaminación auditiva. Incluso cada ciudadano puede hacer su aporte para que el plan de descontaminación del planeta sea una realidad, sumándose a las iniciativas propuestas por estas ciudades.
Por eso lo importante es pasar de la retórica a la acción, planificar acciones inmediatas e iniciar cuanto antes las medidas para la construcción de un planeta verde.
Julián Arcila Restrepo
Editor