Con el paso del tiempo, los equipos HVAC necesitan de un mayor número de mantenimientos y reparaciones que incrementan los costos. Es importante identificar el momento de hacer una renovación.
por Lennox
Adquirir una nueva unidad de HVAC puede no estar en la lista de prioridades de sus clientes para el presente año, pero debido a que muchas unidades instaladas entre mediados y finales de los años 90 se están acercando al final de su ciclo de vida útil, la probabilidad de daños en los sistemas es cada vez más alta.
Las fallas imprevistas de los equipos pueden implicar horas de tiempo cesante para sus clientes y un nivel de costos cada vez mayor, como resultado de las reparaciones de emergencia que es necesario efectuar. Sin embargo, para la mayoría de los clientes si el sistema HVAC está funcionando, sustituirlo solo se vuelve una opción cuando los equipos presentan fallas en su funcionamiento, los cuales, a la larga, implicarían costos más elevados que la adquisición de equipos nuevos.
No obstante, existen argumentos convincentes para instar a sus clientes a reemplazar sus equipos mientras que todavía funcionan bien. A continuación se exponen varias razones que su cliente debe considerar para invertir en un reemplazo planificado de equipos:
Costos de reparación imprevistos
Los equipos más antiguos tienen mayor tendencia a presentar fallas, y cuando estas se presentan de manera imprevista pueden acarrear horas perdidas para el negocio de sus clientes, sin mencionar la incomodidad causada a los empleados ni los costos adicionales que representan las reparaciones de emergencia.
Hable con su cliente acerca de los gastos de reparación vs. la inversión en un nuevo sistema, junto con los ahorros potenciales asociados a equipos más eficientes. Los costos de los repuestos y de la mano de obra se acumulan con el tiempo y no redundan en una mejor eficiencia operativa.
Ahorros automáticos de energía
Uno de los principales asuntos relacionados con cualquier inversión en un reemplazo programado es el costo inicial del equipo. Si el equipo HVAC que se está usando actualmente fue adquirido a principios de los años 90, es muy probable que su cliente no haya podido aprovechar los avances significativos en tecnologías eficientes que han tenido lugar en años más recientes.
Los nuevos equipos HVAC pueden disminuir de forma significativa los costos energéticos de sus clientes y eliminar los costos de reparación en el futuro cercano. Así, el retorno sobre la inversión puede acelerarse.
Beneficios de una sustitución programada
Sustituir equipos viejos y caducos por otros nuevos de alta eficiencia puede representar varios beneficios para el balance financiero de sus clientes, entre otros:
- Una reducción en los costos de sustitución como resultado de evitar incurrir en costosos reemplazos de emergencia.
- Un mayor control de los gastos de capital, no más tiempo cesante costoso debido a fallas en los equipos.
- Reducción de los costos energéticos debido a niveles de eficiencia mayores.
- Mayor comodidad y calidad de aire interior gracias a un tamaño más adecuado, a un mejor diseño de los ductos y a un adecuado control de la humedad