Un Blog Verde Agradece el Escrito por: Miguel Lo Fish
Aprovechando mi estancia en la península del sureste mexicano, sabia que uno de los sitios obligados por visitar era la zona arqueológica de Tulúm, un sitio ideal para el turismo ecológico, una antigua e importante ciudad de la cultura Maya en cuanto a comercio marítimo y religión se refiere. Este maravilloso sitio arqueológico se encuentra situado a 135 kilómetros del aeropuerto de Cancún. Se puede accesar al sitio por una cantidad de 4.25 usd, mismos que siendo nacional, pude ahorrar por hacer mi visita el día domingo, día que es gratuito presentando una identificación oficial mexicana.
Asentada sobre una elevación del terreno a la orilla del mar, la ciudad nos da una contundente lección de su nombre original (“Zama”, que significa “amanecer”) debido al dominio visual que permite la ubicación de cada edifico y su orientación hacia el mar lo que permite apreciar los mas impresionantes amaneceres que pudiera haber visto. Una vez el sol en alto el mar comienza a teñirse de un azul turqueza que no he visto en otro lugar, haciendo acompañamiento de este paisaje, están los vestigios entre el verde de la vegetación de esta cultura tan enigmática que tanto ha dejado a la humanidad actual.
Por la módica cantidad que pague por entrar (entendemos que fue totalmente gratis) tenía derecho a accesar a la playa del sitio arqueológico. Descendiendo por una escalera de madera -que me hizo sentirme en aquellos antiguos tiempos de los mayas- pude llegar hasta la arena, que por el color y la textura que sentí al caminar, fue como caminar sobre talco. Una vez dentro del agua, no quería salir, es una sensación que atrapa los sentidos.
A medida que el sol avanza por el cielo, pasando las cuatro de la tarde, con el sol apuntando de frente hacia el mar, podemos apreciar la profundidad del mar en su lejanía con la difuminacion de ese azul turqueza transformándose en azul marino a medida que la vista nos da para ver.
Llegaron las cinco de la tarde y era momento de partir, aun contra mi voluntad, el lugar cerraría para dejar descansar al lugar después de recibir esa enorme cantidad de asombro de todos aquellos que visitan a diario un destino que definitivamente queda grabado en la memoria de todo aquel que entra.
Authors: Santiago