Contrario a lo que podría pensarse sobre la ventilación natural instalada en recintos hospitalarios, resulta no solo beneficiosa sino, en ocasiones, obligatoria y de gran incidencia positiva en la eficiencia energética de un edificio y para la salud humana.
por María Cecilia Hernández Ocampo
Con la consciencia que se ha implantado de manera generalizada en todo el mundo sobre el cuidado del medio ambiente y, con ello, de la salud de las personas, hoy en día marcan la tendencia las edificaciones ecosostenibles o amigables con el medio ambiente que, al mismo tiempo, ofrezcan confort a quienes las habitan o están allí de manera transitoria.
Tal es el caso de los establecimientos hospitalarios que no son ajenos a esta tendencia. La ventilación natural (VN) es sólo una de las características de este tipo de estructuras. Pero, ¿qué tan sano es integrar este tipo de ventilación en espacios que prestan servicios de salud?
Para resolver este y otros interrogantes ACR LATINOAMÉRICA entrevistó a Carlos Alberto Muñoz, gerente de la compañía Ingeniería Bioclimática.
ACR: La ventilación natural se impone en el diseño arquitectónico en todo el mundo ¿Qué ventajas tiene la VN sobre la que se genera con fuentes tradicionales de energía?
Carlos Alberto Muñoz: La VN no necesariamente excluye la ventilación mecánica, a veces las mejores soluciones son híbridas. Sin embargo, tiene amplias ventajas económicas si el proyecto se encuentra en fase de diseño. Los costos de inversión inicial y, sobre todo, los costos operativos, en virtud de las soluciones pasivas, serán menores durante la vida útil de la edificación: la gran ventaja.
Cabe destacar los beneficios ecológicos (relación del ser humano con el medio ambiente), pues generalmente el consultor bioclimático, al hacer uso de sistemas pasivos, no demanda energía o disminuye sustancialmente la dependencia de energías convencionales no renovables. ¡Una abertura practicada en un extremo superior de una pared nunca necesitará mantenimiento y sí evacuará aire caliente! En la Latinoamérica tecnificada o tecnocratizada, en el corto plazo, no es posible prescindir de las fuentes de energía tradicionales, pero sí es posible, viable y necesaria una mayor eficiencia energética.
ACR: En un hospital, ¿cuáles son los beneficios de la VN?
CAM: En hospitales (instituciones prestadoras de servicios de salud, públicas, privadas o mixtas, en las fases de promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación física o mental) la VN evita los cambios bruscos de temperatura que requieren un gran esfuerzo para nuestro cuerpo; pasar de 30°C a 23°C reduce las defensas pulmonares que funcionan de forma mecánica.
Según el Ministerio de Salud de Perú y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) “La VN en general puede proporcionar una tasa de ventilación elevada a un costo menor, gracias a la utilización de fuerzas naturales y de aberturas grandes. La VN puede tener un mayor rendimiento energético, en particular si no se necesita calefacción. Una VN bien diseñada ofrece la posibilidad de tener una iluminación natural mejor".
ACR: Se ha hablado mucho sobre las consecuencias microbianas e infecciosas, fatales para la salud humana, que resultan de un mal mantenimiento de los sistemas de ventilación artificial. ¿Cómo se aborda este tema en la VN?
CAM: Sobre eso también se pronuncia la OPS: "...Las dificultades que conllevan la instalación y mantenimiento adecuado de un sistema de ventilación mecánica pueden conducir a una concentración elevada de núcleos goticulares infecciosos y, en definitiva, dar lugar a un mayor riesgo de transmisión de enfermedades”.
Asimismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace referencia a que como “generalmente no puede eliminarse la exposición a núcleos de pequeñas gotas infecciosas, existen diversos métodos de control ambiental que pueden usarse en zonas de alto riesgo para reducir la concentración de núcleos de gotas en el aire. Tales medidas incluyen maximizar la VN y controlar la dirección del flujo de aire”.
Estas aplicaciones y las recomendaciones que sobre ellas se muestran coincidentes en diferentes autores, hacen énfasis en la ventilación por depresión, tiro o presión negativa.
ACR: ¿Qué elementos se deben tener en cuenta en un hospital al momento de diseñar los espacios que tendrán VN?
CAM: La localización, como cualquier otro edificio que quiera ser llamado bioclimático; las fuentes contaminantes externas, la orientación y los vientos dominantes en el sitio. Las estrategias de control incluyen desde filtración, ventilación mecánica, diseño y uso del espacio.
ACR: ¿En qué espacios de un hospital o de una clínica se puede aplicar VN?, ¿esto depende del tipo de clima (o de ciudad) donde esté ubicado el hospital?
CAM: Hablaré de la norma colombiana que es la que tengo más cercana por ser el país donde resido y ejerzo.
Con respecto a la sala de reanimación: “deberá tener […] y contar preferiblemente con iluminación y VN”.
Sobre los servicios de hospitalización: “estarán localizados de tal manera que exista ventilación e iluminación naturales, que se eviten ruidos, olores […]”. Y estos servicios son: cuartos de hospitalización, puesto o estación de enfermería, sala de trabajo de enfermería, sala de curaciones y tratamiento, depósito de medicamentos y depósito de ropa blanca.
También se aconseja para los servicios de cocina y lavandería. La norma también lo permite expresamente para las áreas de mantenimiento como taller, calderas, equipos de purificación de agua, planta eléctrica de emergencia, depósito de gas, aprovisionamiento de oxígeno, incinerador de basuras, etc.
ACR: ¿Y en espacios que puede suponerse que son de mayor cuidado como los quirófanos es posible tener VN?
CAM: De alguna manera, tanto en servicios obstétricos como en quirófanos, se permite el uso de VN pues la norma dice que: “Si se plantean ventanas de abrir en las salas de cirugía, se debe tener un control de la apertura de basculantes para evitar riesgos de contaminación”.
Del servicio de morgue dice: “deberá estar ubicada en un sitio que permita la fácil evacuación del cadáver; su acceso debe ser restringido y diferente al acceso de pacientes. Además deberá contar con sistema de VN y/o artificial”.
ACR: ¿La VN para hospitales es igualmente beneficiosa en ciudades tropicales como en climas estacionarios o existen restricciones, diseños o cuidados distintos según el lugar y su clima?
CAM: Los climas estacionarios obligan, con mayor razón, a considerar la ventilación mecánica o híbrida, pues no es posible, por ejemplo, mantener una ventana abierta todo el año en Canadá o en Chile. En climas tropicales sí es viable mantener una temperatura promedio y siempre será posible imprimir movimiento al aire.
Desde la IB estamos en capacidad de diseñar e instalar chimeneas térmicas o solares (cuerpos negros) que generan un tiro suficiente y capaz de reemplazar un extractor con motor eléctrico, con la ventaja de generar emisiones hacia un punto de descarga que no contamine vecinos. Claro, no es un secreto que las bacterias proliferan con las altas temperaturas, y si la temperatura no se puede controlar apropiadamente y la VN no contribuye con las renovaciones de aire suficientes no será factible su aplicación.
Ahora bien, económica y socialmente surge otra situación a veces impalpable desde ciertas latitudes. La condición de ciudades tropicales globalmente está asociada a países pobres, y los países pobres no siempre tienen los hospitales mejor dotados: entonces esta será otra oportunidad de llamar al bioclimático y su razonabilidad.
ACR: Se ha afirmado que los equipos de ventilación y climatización puede aumentar el foco de bacterias y contaminación que se produce por múltiples motivos (mala instalación, mal diseño, mal mantenimiento, mal cálculo de necesidades, etc.), ¿de qué manera se minimizan estos riesgos con la VN, teniendo en cuenta la contaminación ambiental y las bacterias que existen de manera natural en el ambiente?
CAM: Mal haríamos en descalificar la ventilación mecánica, en muchos espacios siempre será necesaria. La mayor crítica no se refiere al fabricante o al proveedor, sino al usuario, quien no aplica los programas de mantenimiento adecuados.
Sin embargo, tal y como lo asegura la norma a la que he hecho alusión, no podemos desconocer que “Casi la totalidad de las infecciones quirúrgicas se adquieren durante la intervención, es decir, los agentes etiológicos llegan a los tejidos del paciente desde alguna fuente durante la operación y las principales fuentes de infección son:
Medio ambiente: contaminación primaria del aire causada principalmente por problemas técnicos (deficiencia de filtros, diseño incorrecto de las instalaciones quirúrgicas, flujos irregulares entre locales).
Personal sanitario: la presencia de personas da lugar a la contaminación secundaria del aire, que es más importante que la primaria y más difícil de controlar”.
Según la OMS “[…] el organismo del paciente es el principal reservorio para el desarrollo de una infección quirúrgica”.
Dejábamos enunciado en el punto anterior la posibilidad, incluso, de ventilar naturalmente quirófanos en ciudades tropicales. La pregunta que quizá tenga respuesta positiva es: ¿pacientes tropicales, que conviven con bacterias tropicales, podrían superar más fácilmente operaciones en condiciones que no resistiría un organismo humano del primer mundo?