Pero antes de decir que está buena la idea o que ya ustedes la habían pensado -que muy seguramente así es- lo cierto es que debemos detenernos a pensar cuál debe ser la función de una entidad de este tipo. La pregunta surge porque en muchas ocasiones estas organizaciones pueden terminar convirtiéndose en entes sin un norte claramente definido y en las que la adaptación a los nuevos tiempos es una labor casi que imposible.
Creo que Latinoamérica, desde México hasta Argentina, cuenta con empresas muy sólidas en el sector de la distribución, representación, pero también en instalación y consultoría. Esto es bastante positivo porque nos da a entender que ya tenemos el activo más importante: la materia prima, que es la gente, con experiencia y buena reputación.
En la región tenemos iniciativas muy importantes en el orden local y regional. FAIAR, en el contexto iberoamericano, es un ejemplo de algo que se puede consolidar, todo de la mano del interés que una entidad como ASHRAE viene mostrando en Latinoamérica.
Una de las funciones más importantes que puede desarrollar una entidad de este tipo es convertirse en la voz política de este sector. Da gusto ver la fuerza con la que el AHRI (Air Conditioning, Heating and Refrigeration Institute) sale en defensa cuando alguno de sus miembros puede resultar perjudicado con alguna normativa. Tal institución ha llegado incluso hasta el mismo congreso de los Estados Unidos para hacer lobby para detener alguna iniciativa dañina para la industria. Lo anterior, sin embargo, no significa dejar de lado lo de la capacitación, que ha sido la bandera de las agremiaciones en Latinoamérica.
Con esto terminamos por el momento queridos lectores. No era más que una invitación a que se explore la posibilidad de contar con un organismo panregional que ayude desde otra óptica con el mejoramiento en las prácticas del sector del CVAC/R. Creo que estamos a tiempo.
Un frío saludo.
La discusión parte del entorno en el que nos estamos moviendo en los últimos días. Por un lado estamos cerca de la entrada en vigencia de la regulación que prohibirá vender equipos de CVAC/R precargados con R-22 virgen. Adicional a lo anterior, hay varias regulaciones que están exigiendo, principalmente en California, que los fabricantes de equipos de enfriamiento y refrigeración deban ceñirse a ciertos parámetros de diseño de sus soluciones, los cuales garantizarán el cumplimiento de las leyes de eficiencia energética del estado.
Sobre los temas anteriores han surgido toda clase de comentarios que denuncian que las medidas mencionadas tendrán efectos negativos, tanto en las empresas productoras de soluciones que usan este tipo de refrigerantes, como para los fabricantes que cumplen con las regulaciones de diseño para ajustarse a la eficiencia energética. El tema es que por el lado de los refrigerantes aún no hay una definición clara del término “fecha de fabricación” y si este se refiere a la fecha de producción de la solución o si habla de la fecha de instalación. En cualquier caso la norma tendría implicaciones diferentes. En lo que respecta al diseño de las soluciones para que se adapten a las leyes energéticas, el problema pasa por que no todos cumplen las normas y eso deja a los “obedientes” en franca desventaja.
Toda esta discusión que se presenta en Estados Unidos debe servirnos para preguntarnos por el rol de Latinoamérica en todo este embrollo. Por un lado, ya por lo menos tenemos claro qué procesos coyunturales se están presentando frente a estos dos importantes temas y podemos adelantarnos a tomar las decisiones adecuadas que favorezcan la industria.
No menos importante es que la industria debe unirse y consolidarse para evitar el agosto de aquellos que no cumplen con las normas, pues no es para nada justo que las compañías que invierten en investigación y desarrollo, por ejemplo, deban perder competitividad con aquellas que no lo hacen. Una vez más, todo es una cuestión de costos y precios.
Un tema para terminar. Tenemos una oportunidad para que las asociaciones pasen de ser actores educativos a convertirse en actores políticos, que defiendan los intereses de sus asociados ante los gobiernos. La educación no se puede dejar de lado, pero el lobby tampoco.
Sin embargo, el sector se está moviendo. Hay un elemento importante para reflexionar hoy y son las nuevas posibilidades que se pueden explorar durante la crisis. No es un secreto que cuando las cosas andan bien por lo general los contratistas optan por dedicarse a los sectores que más rentabilidad ofrecen y muchas veces dejan de lado otros sectores que no dejan tanto margen de ganancia.
Y son estos sectores los que pueden “salvar la papeleta” en estos días de escasez. Cada uno puede empezar a mirar cuáles son esos segmentos que dejó abandonados por ahí y quizás podría rescatar algo que genere algún ingreso. Recientemente me enteré de que el gran margen de utilidades en Estados Unidos lo está generando el sector de las renovaciones en vista de la baja construcción presentada en los últimos días. Dentro de todo este sector, hay un nicho que está capturando la atención de cada vez más contratistas de HVAC/R: la limpieza de la ductería del aire acondicionado.
Si bien muchos de nuestros países no utilizan necesariamente sistemas centralizados, siempre hay una opción para emular estas prácticas, como el mantenimiento de los sistemas tipo split (aunque ya en el mercado se encuentran modelos con el rótulo manteinance free, pues se cierran mecánicamente evitando la entrada de suciedad y evitando que los gérmenes ingresen y se propaguen en el espacio acondicionado).
Así, como éstos, puede haber otros segmentos que se pueden explorar para arrancarle algunos ingresos a esta crisis. Ustedes saben mejor que yo cuáles pueden ser esas áreas de trabajo.
La invitación es pues a ser creativos y persistentes. Es, sin duda, una forma de estar un paso adelante.