Internacional. Aunque el uso de fuentes de energía más limpias es una de las mejores armas para frenar el calentamiento global, hay otra forma de contribuir con esta causa. Se trata de depositar el dióxido de carbono (CO2), uno de los principales causantes del efecto invernadero dentro de la tierra.
El objetivo es mantener aislado este gas de la atmósfera durante siglos para reducir las emisiones. En pasados meses, el
Laboratorio Nacional de Tecnología Energética, en EE.UU., organismo especializado en energías fósiles, publicó un nuevo atlas de los lugares -en este país y Canadá- donde es posible depositar ingentes cantidades de toneladas de CO2, producto de la contaminación industrial.
En la página electrónica de esta institución (www.netl.doe.gov), un equipo de científicos detalla algunas tecnologías viables para capturar el CO2 y enterrarlo.
Una de ellas, aunque todavía no se emplea a gran escala, consiste en reunir este gas cuando surge de la combustión de combustibles fósiles –petróleo, carbón y gas natural- y después bombearlo al subsuelo, dentro de formaciones terrestres o marinas. (Fuente: El Comercio).